OPINIÓN

El lunes llega y el lunes ¿se avala?

José Sepulcre tiene hasta el jueves para presentar un aval de 4'1 millones de euros si quiere quedarse el Elche CF y evitar un nuevo ridículo

ondacero.es

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José Sepulcre, ex presidente del Elche CF. | Elche CF

El reloj vuelve a correr en contra de José Sepulcre y, por ende, del Elche CF. El expresidente tiene de tiempo hasta el próximo jueves para encontrar un aval que le sirva para adjudicarse, vía club, el crédito de la Fundación y, con él, sus acciones. A estas alturas, todavía no cuenta con él después de que el empresario Luis Oliver le abandonara por el camino para poner rumbo a Córdoba hace ya un tiempo. En las últimas semanas ha mantenido diferentes reuniones con José Miguel Garrido, en la capital de España, y con Joan Laporta, cuyo despacho de abogados representa desde Barcelona al grupo inversor israelí de Dudu Auoate.

El lunes por la tarde tendrá lugar, en el estadio Martínez Valero, la Junta General de accionistas del Elche CF donde se someterá a votación la aprobación o no de la garantía hipotecaria que asegure la devolución de los 12 millones de euros que adeuda la Fundación al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). Sepulcre y sus afines lo tienen fácil para conseguir esa garantía porque dominan el Patronato; todo lo que sea un voto en contra olerá a una salida a la desesperada y no va a colar. En ese caso, la imagen de Sepulcre volvería a quedar por los suelos. Más le vale encontrar esta vez la garantía prometida para defender la palabra que dio ante Manuel Illueca.

La alternativa se presenta amenazante. Al director general del IVF se le empieza a agotar la paciencia y si la subasta se declara “quebrada”, como deslizó este pasado jueves Illueca, las consecuencias pueden ser muy graves. La decisión de recuperación de dinero público desde la Comisión Europea está al caer. Y si el Elche CF, y los que se jactan de haber puesto más dinero que nadie y de ser los dueños de los destinos de la entidad, no cuenta con 4’1 millones de euros, podría entrar en fase de liquidación. Entonces a ver quién se pasea por La Glorieta.

Que la subasta se declare quebrada, igualmente, no tiene buena pinta. Si José Miguel Garrido, u otro inversor, quiere usar esta vía para entrar al Elche tendrá que garantizar el mínimo ofertado en la subasta: un aval financiero de 4’1 millones de euros más otra garantía bancaria o hipotecaria para asegurar la devolución de los 12 millones de euros. Complicado meterse en este laberinto sabiendo que Sepulcre y su colla no están dispuestos a retirarse de los juzgados, recurriendo hasta el Tribunal Superior de Justicia la ejecución de la prenda.

Parece evidente que nadie va a pujar mientras Sepulcre no suelte el bocado. Y que la cuenta de valores, de moral y de ética del exdirigente alcanzaría unas cuotas por debajo del mínimo, inexplicablemente interesado en mantenerse en el punto de mira. Se decía que tenía como objetivo lavar su imagen y enmendar los errores del pasado. Lejos de eso, ahora demuestra seguir dispuesto a empeorar aún más su situación. Para marzo se prevé la vista judicial que debe resolver el recurso de las cláusulas abusivas del contrato de prenda del IVF sobre las acciones de la Fundación, cosa que tampoco preocupa en exceso a sus abogados. Si dan la razón al IVF, patadón y hacia adelante, que será acudir a la Audiencia Nacional y a esperar varios años a que el tema se resuelva.

Es imposible pensar en un futuro esperanzador cuando quien se siente dueño de la nave está dispuesto a seguir hasta el final, sea cual sea el desenlace, sin dejar paso a una alternativa, sin ser capaz de virar el rumbo y sin asumir la responsabilidad de las graves consecuencias que puede tener este empecinamiento para una de las entidades con más peso en la opinión pública de la ciudad. De momento, como hace tres años, Sepulcre y su entorno responden lo mismo que aquel día ante la insistencia de las preguntas sobre el préstamo fantasma. Ahora, parafraseando a Rocamora, "el lunes llega y el lunes se avala". Con interrogantes, claro.