Adrián González vuelve a Elche. Lo hace por primera vez desde que abandonó el estadio Martínez Valero, después de vivir "una experiencia tremenda, para lo bueno y para lo malo". El hijo de Míchel recuerda el descenso administrativo como "una tragedia" y lamenta que todo lo bueno que se hizo en lo deportivo saltara por los aires por culpa de la maña gestión en los despachos.
El ahora centrocampista del Málaga CF asegura que todos los futbolistas de aquella plantilla de Primera División se marcharon "tristes". "Estábamos en el sitio perfecto para crecer en nuestra carrera deportiva, con un proyecto deportivo llamado a llegar muy lejos si hubiese tenido continuidad", lamenta.
El jugador madrileño recuerda que en el club franjiverde les trataron "muy bien" y que por eso guarda un grato recuerdo "del cariño de la afición, de la labor de todos los empleados y de la entidad en general". "Por todo eso, para mí supone una enorme alegría regresar a un estadio tan bonito y al que le tengo tanto cariño como el Martínez Valero; ojalá a final de temporada podamos celebrar los dos equipos que hemos logrado nuestro objetivo; me alegraría muchísimo", afirma Adrián, un chico que se ganó el cariño y el respeto de toda la familia franjiverde a base de calidad, esfuerzo, compromiso, amabilidad y humildad dentro y fuera de los terrenos de juego.