Nino: ese chaval de Vera
El periodista Noé Gomis estrena su espacio de opinión de Onda Cero Elche dando su punto de vista con relación a la decisión del Elche CF de abrirle la puerta de salida de la entidad franjiverde a Nino
Ya me cuesta hasta contabilizar la cantidad de partidos que lleva a sus espaldas como jugador profesional. O recordar cuántas temporadas ha jugado en el mundo profesional sin sufrir lesión alguna o su frase de cabecera: seguir trabajando. Pero sí me llevo en la retina guardados muchos recuerdos: sus primeros goles, con esa melena que lucia con 17 años cuando dio sus primeros pasos en el Elche. De cómo Pedro Pablo Matesanz, a instancias del directivo Joaquín Ferrández, le ordenó que controlara a un pequeño jugador que en su día probó con el Real Madrid pero tuvo que volver a su Vera natal. De cómo fue progresando y, de repente, el fútbol le dio su oportunidad para ser alguien el día de mañana con ese gol que le convirtió en todo un hombre ante el Melilla, que valió medio ascenso a Segunda hace ya tantos años. Y que eternamente le agradeció Tolo Plaza, que en paz descanse, cuando le dio la oportunidad de saltar al primer equipo y conocer a su maestro, Claudio Barragán, al que agradecerá con el tiempo todo lo que aprendió para haber tenido una vía tan longeva como futbolista.
Hablar de Nino en el Elche es hablar de uno de los últimos referentes en la historia más reciente. Y uno, no por esperado el desenlace, asume con cierta tristeza que jugadores que en su día lo han dado todo por este club deban de coger las maletas a mitad de temporada.
No creo que sea la salida que merezca un jugador que ha querido en su última etapa como jugador acabar vistiendo la camiseta del Elche, a pesar del trauma sufrido con el descenso a Segunda B.
Seguramente, Nino sería el primero en no asumir su nuevo rol de actor secundario que Josico parece que le tenía reservado a partir de ahora. Una decisión demasiado atrevida la que asume el técnico y la dirección deportiva porque sus números tampoco estaban siendo tan desastrosos.
Quizá se debió tomar antes. No con la temporada iniciada y con la sensación de apuntar o responsabilizar directamente al jugador de todos los males del equipo.
Nino se merece, sin lugar a dudas, la mejor salida en el Elche. Su meta final, por edad y trayectoria, estaba ya cerca y, quizá, no era necesario darle el empujón definitivo para forzar la situación.
Ojalá pudiera haber una marcha atrás en la decisión avanzada por Jorge Cordero que asume el marrón de la situación. Que Nino siga en el equipo, que de ese carácter tímido pudiera aportar como líder cosas para el bloque y resto de compañeros, a pesar de las desavenencias que han surgido en los últimos dias. Asumir quizá que dejar vía libre a otros jugadores no significa una retirada, sino un gesto de generosidad y de mayor reconocimiento a lo que ha sido su trayectoria.
Me considero un admirador del Nino persona y Nino jugador. Es como ver cómo uno de tus últimos mitos futbolísticos deben tomar el camino definitivo al adiós del fútbol, en una polémica decisión. No creo que sea justo, pero por desgracia, no sé si como consuelo, decirme que el fútbol no tiene memoria y el DNI pasa factura.
Y sus dirigentes entienden ahora que Nino más que una solución es un problema. Y uno lo asume con pena y nostalgia de saber que se va un histórico del Elche, sin los honores que se ganó en su día.