Son muchos problemas juntos. Por un lado, hay niños reacios a hacer los deberes después de un largo día que muchas veces incluye actividades escolares y extraescolares. Por el otro, muchas madres y padres tienen jornadas de trabajo que les dificultan acompañar a sus hijos mientras estudian en casa. Una cosa más, hay un debate sobre los deberes que se divide entre detractores y defensores, aunque con sus matices.
Uno de los aportes de los deberes a la educación de los niños es que les garantiza realizar actividades que implican retos académicos de manera independiente. Esa afirmación la realiza Heather Miller*, madre y creadora de proyectos educativos durante más de 20 años, invitada por la Facultad de Educación de la Universidad de Harvard a contar cómo desarrollar rutinas efectivas para familiares y niños. Miller afirma que “el desarrollo de la disciplina para cumplir con nuestras responsabilidades, independientemente de si nos gustan o no, se desarrolla en la mediana infancia”.
La primera recomendación es elegir un espacio común de la casa como el comedor o la mesa de la cocina y la madre o el padre deben sentarse o estar cerca, para que apoyen cuando sea necesario. Si hay más niños en el hogar, pueden realizar los deberes en la misma mesa. En todo caso, lo importante es que no se sientan solos. Con frecuencia, las familias piden a sus hijos realizar los deberes en la habitación y esto puede provocar dos cosas: que el niño evite realizarlas y que el proceso tome más tiempo del necesario.
En segundo lugar, es importante que una vez el niño esté sentado, saque su agenda y le explique las diferentes actividades que debe realizar. No importa si le dice que las ha hecho todas después del comedor o que las hizo con la abuela, porque puede ser que no las haya hecho todas por ir de prisa. Luego, hagan juntos una lista rápida de lo que está hecho y lo que queda por hacer. Escribir lo que terminado “le dará una sensación de satisfacción” mientras que identificar lo que queda por hacer le ayudará a concentrarse en lo que falta. Con el tiempo, esta práctica ayudará a su hijo a entender que los trabajos importantes se realizan por etapas.
Lo siguiente es pedirle que ponga los deberes en el orden en que les gustaría hacerlos.
Pídale que argumente por qué quiere hacerlo de esa manera y no de otra. Si hace esto, ayudará a su hijo a tomar el control del trabajo que debe realizar. Después, puede generar un debate sobre el primer deber que va a hacer, que reflexione sobre cómo va a desarrollarlo. También es importante que le ayuda a pensar en los materiales que necesitará y asegúrese de que están sobre la mesa antes de que empiece. Este trabajo previo es importante porque ayudará al niño a pensar, comprender y prepararse para realizar los deberes con entusiasmo.
La última recomendación de Heather Miller es programar un cronómetro con alarma.
Pregúntele: “¿Quieres que lo programe durante el tiempo que crees que necesitarás o un poco menos?”. Luego, configure el cronómetro pensando que durante ese tiempo el niño debe trabajar sin interrupción hasta que suene la alarma. No le haga preguntas mientras trabaja, usted puede mantenerse cerca pero pendiente de otras cosas. El objetivo es que el niño sea capaz de concentrarse y de resolver problemas solo durante ese tiempo, pero también para que desarrolle la creatividad, el pensamiento crítico, la resiliencia y el ingenio.
A medida que termina cada actividad, puede reforzarlo con una frase del tipo: “¡has acabado otra, bien hecho y sigue así!” o lo que considere más conveniente. En este caso, el niño debe saber que lo que hace es importante. Al realizar esta rutina completa, los niños se sienten menos solos y construyen un hábito que al final les permitirá realizar los deberes de manera independiente, cuentan con el apoyo de su madre o padre, son más eficientes y se generan altas expectativas en torno al trabajo en casa.
Otro aspecto muy importante es preguntarle a la maestra qué aspectos debería fortalecer más y de esta forma potenciar las habilidades que su hijo necesita. Les dejo un cuadro resumen que puede servirles de guía.
Guía para el/la coordinador/a de los deberes:
1.- Pídales que trabajen en el comedor o en la mesa de la cocina
2.- Permanezca cerca para que no se sientan solos y para evitar dilaciones.
3.- Pídale a su hijo que saque la agenda escolar y le cuente qué deberes tiene.
4.- Ayúdele a elaborar una lista que se divida en: Hecho/ Por hacer
5.- Pídale que ponga los deberes en el orden que le gustaría hacerlos. Anímelo a explicar lo que piensa y fomente el control de la situación.
6.- Utilice un cronómetro con alarma. Pídale que calcule el tiempo que le tomará hacer cada actividad y pregúntele si quiere programar el cronómetro para ese tiempo o menos.
7.- Pregunta a la maestra qué aspectos debe fortalecer.
8.- Su función como padre/madre es la de monitorear, organizar, motivar y valorar el esfuerzo a medida que su hijo realiza cada actividad.
*Este artículo fue elaborado a partir de ‘Homework help for reluctant children’ de Heather Miller, aparecido en la revista Usable Knowledge de la Facultad de Educación de la Universidad de Harvard.