LA OPINIÓN, EN ONDA DEPORTIVA ELCHE

Corre Nino, corre

José Manuel Noguera, profesor de Periodismo en la UCAM, nos ofrece su punto de vista sobre la situación de su equipo, el Elche CF

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Murcia |

José Manuel Noguera, profesor de Periodismo de la UCAM. | Onda Cero Elche

El Elche CF le debe a Nino un relato épico. Todos creíamos que sería un ascenso a Primera pero se demoró tanto que, cuando llegó, el de Vera ya estaba muy lejos del Martínez Valero. Se había marchado con el único relato de haberle marcado al Melilla en 1999, en el 93, para darle al Elche CF las tres cuartas partes de un ascenso a Segunda que se certificó días después. Un buen recuerdo, pero en el fondo un relato menor, no es ni mucho menos de esas historias del fútbol que se instalan en el tiempo para siempre.

Ahora mismo es difícil que algo se instale en el terreno del Elche CF (no sólo en el terreno de juego, también en el social, el institucional, el económico…), ya que es inestable como una charca de arenas movedizas que se lo traga todo y deja un olor nauseabundo a podredumbre, en el sentido literal de la primera acepción de la RAE, “putrefacción o corrupción material de las cosas”, pero también en su tercera acepción: “corrupción moral”. Y en toda esa inestabilidad seguro que Nino sabe que la única solución es correr, como ha hecho toda su carrera, seguir corriendo. El poeta Ralph Emerson definió muy bien la necesidad de avanzar rápido cuando todo está a punto de romperse: “cuando patinamos sobre hielo fino, nuestra seguridad depende de nuestra velocidad”.

El gol en Son Malferit, también en el 93, fue un relato de superación más que un gol. Que vamos perdiendo y no hemos hecho un tiro decente a puerta en todo el partido, pues corro a por ese balón que me están dejando en la frontal en el descuento. Que el portero la roza para despejar, pues sigo corriendo. Que el balón lo repele el poste y lo saca hacia el otro costado, pues sigo corriendo y la golpeo de nuevo. Hasta que acaba dentro. En algún momento pensé que la jugada acabó en gol por alguna misericordia divina hacia Nino, para que dejase de correr de una vez.

Cuando Forrest Gump empezó a correr, mitad por miedo y mitad por rabia, fue esa misma velocidad la que hizo que se le fueran cayendo todos sus aparatos de las piernas para ser cada vez más libre y fuerte. Desde entonces nunca dejó de correr, fue cada vez más veloz y nadie pudo pararlo. Me gusta pensar que el Elche CF es nuestro Forrest Gump, que le han puesto cientos de grilletes en las piernas pero que cuando empiece a correr se librará de ellos y nadie podrá pararlo (en este punto la metáfora sigue siendo estrictamente deportiva, que nadie se haga ilusiones).

Nino empezó a soltar grilletes en Badalona, siguió en Son Malferit y no deja de recordar a más de uno que este Elche CF sólo tiene sentido si corre en cada encuentro con una mezcla inaudita de miedo y rabia. Cuando imagino esa mezcla en jugadores como Benja, Sory, Josan, Lolo Plá o Iván Sánchez no veo otra cosa que no sea, por fin, un gran relato épico en forma de regalo para Nino.

Y más nos vale que este equipo se 'encabrone' de una vez y salga a los partidos como si cada uno fuera el del ascenso, porque esa es la única manera de que al final tengas de verdad la oportunidad de jugar un partido para ascender. No imagino, por ejemplo, que jugando al trote y a ver qué pasa se le pueda ganar al Cartagena de Monteagudo o al Real Murcia de Salmerón, por citar sólo a los vecinos del grupo IV. Nino persiguió ese balón del 93 en Son Malferit como si ya fuese el del último partido, el de esa historia que se instala en el tiempo para ser contada siempre, a todo el mundo y a todas horas.

Nino corre en busca de su relato y si los demás le siguen, seguro que va a llegar. Sigue corriendo Nino, no dejes que te atrape el olor a podredumbre que desprende este club ahora mismo. Corre Nino, corre.

José Manuel Noguera es profesor de Periodismo en la UCAM