OPINIÓN

"El machismo maneja esta sociedad a su antojo, incluso normalizando la compra de seres humanos"

Marina Marroquí, presidenta de la Asociación de Víctimas de Violencia de Género, reflexiona sobre la legalización de los "vientres de alquiler

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Elche |

Marina Marroquí | Onda Cero Elche

Las mujeres siempre hemos sustentado el papel principal en esta sociedad, de cuidadoras, amas de casa… madres.

Esta sociedad machista ha utilizado ese rol de “dar vida” para relegar a las mujeres al ambito privado, siendo responsables principales. Alegando,“don divino” que se nos otorga, ser madres, el machismo con elaborados argumentos, siempre ha defendido a capa y espada que nosotras, fuentes de vida, de ternura, de sensibilidad, teníamos las cualidades necesarias para cuidar de nuestros hijos y hogar.

Mientras tanto ellos, como si de las cavernas aún habláramos, se han ocupado de la parte productiva, de proveer de recursos y alimentos. Este rol les ha permitido enfrentarse al mundo laboral sin cargas y sin cargos de conciencia por no otorgar un tiempo mínimo al hogar, sanando su conciencia como padrazos llevar a sus hijos al parque semanalmente.

El principal beneficio para los hombres de esta sociedad, es que le permite vivir sin cargo de conciencia, sin remordimientos por utilizar su tiempo en formarse, desarrollarse personalmente, en tiempo de ocio y hobbies tan necesarios para ellos y su bienestar personal, lujo que las mujeres hasta la actualidad (y aun lidiando con el cargo de conciencia que eso conlleva) no nos terminamos de permitir.

Aunque parece que en mis primeras líneas, dibujo una sociedad de otra década, lo cierto es que aún las mujeres arrastramos mucho, siendo únicas responsables de lo que ahora tanto nombran, la conciliación familiar, haciendo malabares para poder llevar todo y retrasando, y en muchas ocasiones sacrificando, ese “don divino” que llaman muchos maternidad.

Porque las mujeres nos hemos incorporado en masa al ámbito laboral, una inmersión que los hombres no han hecho al ámbito privado.

Sin embargo estos roles que hasta ahora para las mujeres han sido inamovibles, han sufrido un vuelco. Ese rol que ha servido como excusa para que no avancemos, al machismo ya no le sirve.

Hemos pasado de ser madres, a ser vientres, meras incubadora para que hombres que no tienen opción de ser padres de forma tradicional, compren la paternidad.

A partir de aquí, las mujeres y ese vínculo emocional que nos unía con nuestros hijos, que era único, ha desaparecido, ahora se resume a padre (hombre que dona esperma y paga el vientre) y un vientre que les da un hijo, como si de una máquina de bolas infantiles se tratara.

Esto sin hacer ningún tipo de hincapié en los problemas de salud que eso conlleva, sin hablar claramente sobre que es una nueva forma de prostitución para las mujeres, porque dejemos de demagogias baratas.

¿Quién sería capaz de gestar un hijo a cambio de dinero? Mujeres que lo necesiten, que no tengan otra opción, ni recursos suficientes.

¿Y qué pasa con las secuelas psicológicas de la mujer tras este proceso?

Y si por ejemplo, como “productos” que las personas que defienden los vientres de alquiler tratan a esos niños, salen con algún tipo de discapacidad. ¿Qué pasa?

Está claro que el machismo tiene el poder de modificar esta sociedad a su antojo, hasta límites de normalizar y defender la compra de seres humanos.

Me parece una irresponsabilidad social y política que se esté contemplando esta opción de manera real.

En este país siempre nos ha resultado más fácil tirar de demagogia barata que crear leyes eficaces que den una respuesta real.

Como digo me parece una irresponsabilidad política que se contemple esta opción cuando este país están llenos de niños que pasan su vida en centros de menores.

Si alcanzar la paternidad fuera el fin real, una buena ley de adopción haría posible esa realidad. Señores: en este país sobran niños sin recursos, no necesitamos explotar a mujeres para traer más.