OPINIÓN | El maestro infiltrado

Torrellano: cuando la educación no importa

José Francisco Michelli repasa las deficiencias del colegio La Paz de la pedanía de Torrellano de Elche que para poder acoger a todo el alumnado que tiene que matricular ha tenido que transformar en clases el gimnasio y otros espacios docentes

ondacero.es

Elche |

José Francisco Michelli | Onda Cero Elche

“La vía burocrática y administrativa está más que agotada, son muchos años y parece no haber salida”. Las declaraciones de la vicepresidenta del Ampa del colegio público La Paz de Torrellano, Esther Ruescas Escolano, sirven para resumir 20 años de movilizaciones y lucha de muchas familias de Torrellano por conseguir un centro nuevo. Pero también dejan en evidencia a los diferentes gobiernos autonómicos y locales.

La directora del colegio La Paz envió una solicitud formal al Ayuntamiento de Elche hace un mes, para pedir que se hiciera mantenimiento a las cubiertas. Sin embargo, la medida preventiva nunca llegó. Cayó la lluvia y un sumidero obstruido dejó filtrar el agua que dañó la instalación eléctrica y dejó sin clases a 260 alumnos durante dos días.

Después de las reparaciones, algunos técnicos tuvieron que disculparse, porque al principio sugirieron que los responsables del colapso fueron quienes permitieron que se acumulara la basura en el techo del edificio. El colegio La Paz no cuenta con gimnasio porque tuvieron que convertirlo en al actual comedor, un espacio con capacidad para 70 personas, al que acuden 200, por lo que deben “triplicar turnos”, según Juan Carlos Mogica, quien preside la Comisión de Colegio Nuevo del Ampa.

Tampoco hay biblioteca, reconvertida en dos aulas hace más de 10 años, ni aula de música y el hall del centro ha perdido espacio porque “ha sido necesario realizar divisiones con tabiques para crear las aulas de desdobles y refuerzo”, añade Ruescas.

Hace dos años, el colegio fue visitado por técnicos de la Conselleria de Educación porque los planos estaban avanzados y todo parecía indicar que se iniciaría la construcción del nuevo centro.Hace dos semanas, otros técnicos de la Conselleria volvieron a visitar el colegio, pero aún está pendiente la licitación de las obras.

La vicepresidenta del Ampa recuerda cuando llegó el primer barracón en 2008, pero también los autobuses que han viajado a Valencia o las veces que ha sido cortada la carretera nacional para exigir el colegio que nunca llega.

En Torrellano, al colapso del CEIP La Paz se suman las deficiencias de infraestructura del instituto de la pedanía, pero los colegios del resto de pedanías enfrentan problemas similares, especialmente en El Altet.

La Conselleria de Educación se excusa en la herencia recibida y el Consistorio echa balones fuera, como si en estos casi cuatro años no se hubiera podido presionar a nivel autonómico y establecer prioridades en la conservación y mantenimiento de colegios.