Soy una mujer que vive el presente de manera intensa y trato de no darle mucha importancia al pasado. Pero debemos conocer cuál ha sido el papel de la mujer a lo largo de la historia para no repetir esos errores en el futuro.
Históricamente, la mujer ha estado excluida de muchas facetas de la vida pública. En la actualidad, dicha incorporación continúa siendo insuficiente para avanzar en nuestra sociedad. Se han dado grandes pasos, aunque todavía estamos lejos del equilibrio al que debe aspirar la sociedad.
Sin embargo, debemos estar orgullosas de los pequeños peldaños que vamos construyendo. La mujer ha logrado incorporar, a las tareas que ya hace, introducirse con éxito en el mundo profesional y multifuncional. A esta nueva generación de mujeres la defino activa, autónoma, de gran fortaleza, con coraje… Todas ellas capacitadas y válidas en cualquier ámbito profesional, familiar, social y preparadas para superar cualquier adversidad.
La cara triste de la moneda la presenta, lamentablemente, aquella que muestra a las mujeres que todavía siguen estando sometidas, sumisas, marginadas, discriminadas, violadas… ¡Asesinadas! Por desgracia, seguimos estancadas en muchas partes del mundo. Por eso es necesario hacer visible esta reivindicación. Hemos avanzado, aunque la igualdad total aún está lejos de la realidad si lo analizamos con una perspectiva más amplia.
En definitiva, tanto la mujer como el hombre juegan un papel muy importante en la sociedad y pensar que uno es mejor que otro no es más que un error. Cada uno de nosotros aportamos situaciones, momentos y experiencias excepcionales en nuestras vidas. Me gustaría mencionar una frase que leí hace poco y que creo que contiene mucha verdad y sensatez: “A veces olvidamos que no se trata de competir, sino de complementarse”. Tal vez olvidar ese principio es lo que nos frena a valorar a tantas personas, mujeres u hombres, a día de hoy.