La investigación ha logrado constatar que los líderes del entramado delictivo eran muy violentos y no dudaban en retener a los trabajadores de los que tenían dudas, propinándoles palizas durante varios días y amenazándoles con matar a su familia. Alguno de los agredidos incluso había intentado suicidarse al no soportar la tensión a la que era sometido.
Los detenidos son 14 hombres de entre 18 y 45 años y nacionalidad española, y la banda estaba dirigida por tres de ellos, que contrataban a "jardineros" para vigilar las plantaciones y les dotaban de armas para que las protegieran de posibles robos por parte de otras bandas.
A todos se les acusa de los delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, detención ilegal, inducción al suicidio en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas, amenazas, lesiones y defraudación de fluido eléctrico.
La Guardia Civil les ha intervenido, tras dos registros en domicilios en el municipio de La Romana, 34’5 kilos de cogollos y unas 500 plantas de marihuana de 1’5 metros de altura, así como tres vehículos, tres armas largas de fuego y diverso material para el cultivo y distribución de la droga.