Efectos de la gota fría

El desalojo de un camping y el rescate de personas atrapadas entre los servicios de los bomberos en Elche y Santa Pola

La llamada del Ayuntamiento de Santa Pola a la colaboración ciudadana logra reunir una treintena de vehículos 4x4 para ayudar en los rescates

David Alberola García

Elche |

El angustioso momento en el que la tromba de agua engulle a un conductor en Santa Pola | El angustioso momento en el que la tromba de agua engulle a un conductor en Santa Pola

La gota fría está dando dado una tregua desde la pasada madrugada en Elche, Crevillent y Santa Pola, especialmente en la villa marinera donde la tarde-noche de ayer fue caótica, con correnteras continúas en todas las calles de la localidad y las áreas de Gran Playa, Playa Lisa y Tamarit completamente anegadas.

Los bomberos del Parque Principal de Bomberos de Elche y el retén de verano que aún hay en Santa Pola fueron reforzados con seis bomberos fuera de turno. Atendieron más de una treintena de servicios, fundamentalmente para rescatar personas atrapadas en vehículos.

Santa Pola, pero también la zona de IFA, la zona de Balsares en Elche, el Camino de Santa Ana y El Altet, fueron algunos de los lugares en los que los bomberos tuvieron que intervenir. En Balsares incluso se desalojaron alrededor de 80 personas de un camping.

Tanto en Elche como en Santa Pola, Policía Local y bomberos, junto al resto de servicios de emergencias, trabajaron intensamente para atender todos los servicios.

Lo peor se vivió en Santa Pola, totalmente desbordada. El ayuntamiento de la localidad solicitó incluso la colaboración ciudadana para conseguir vehículo 4x4 particulares para llegar a zonas anegadas y rescatar a personas. Hasta 30 vehículos todo terrenos contestaron a la llamada pública de colaboración. Una respuesta extraordinaria.

Vehículos 4x4 en Santa Pola preparados para asistir atrapados por las lluvias. | Ayuntamiento de Santa Pola

En Crevillent se adoptaron medidas preventivas anoche como la habilitación de un campamento de Cruz Roja para atender posibles desalojados. Afortunadamente, al final la noche fue tranquila.