Ha pedido mantener su nombre en el anonimato, pero esta mujer ucraniana residente en Elche desde hace doce años y empleada en una empresa de fabricación y distribución de pieles para el calzado, cuenta en esta entrevista en Más de uno Elche, se su dolor por la guerra, y el miedo por la seguridad de sus padres, de edad avanzada, que viven en una localidad a poca distancia de Kiev. Compartiendo su indignación por el fracaso de la diplomacia para impedir este conflicto, denuncia el abandono del que su país ha sido objeto por parte de la Unión Europea que les ha dejado solos para defenderse del ataque ruso.
En Elche hay 319 residentes de nacionalidad ucraniana censadas, que sufren en primera persona un conflicto bélico que les mantiene en vilo, pendientes de sus familias que residen en Ucrania.
Además, hay empresas de calzado y componentes para el mismo que tienen lazos comerciales y de producción con Ucrania. Empresas que tienen sede en Elche, en el parque empresarial de Torrellano, por ejemplo, y que se nutren de materiales como pieles que provienen de zonas del país del este de Europa. Las hay incluso que tienen fábrica en este país. Fabricas que cerrarán si, como ya se ha anunciado, los hombres son llamados a filas reclutados por el ejercito ucraniano. Es el caso de la empresa ilicitana Rocapiel, cuyos responsables se han desplazado al país del este para analizar en persona la situación y posibles salidas a esta crisis.