El alcalde de Elche, Carlos González, acompañado por la alcaldesa en funciones, María José Martínez, y el concejal de Seguridad, Ramón Abad, se han reunido con el arquitecto municipal y redactor del proyecto, Julio Sagasta, y con los responsables de la empresa que está ejecutando las obras de peatonalización de la Plaça de Baix para comprobar el resultado de las pruebas que se están llevando a cabo con el adoquín que se va a colocar en la plaza.
Las pruebas que se están haciendo sobre el mosaico que va a cubrir la Plaça de Baix, tienen como objetivo garantizar la seguridad del pavimento para evitar posibles caídas. Al igual que las realizadas en los adoquines, que han determinado que el suelo que se va a colocar es seguro con una resbaladicidad mejor de lo exigida.
Por su parte, Julio Sagasta ha añadido que “otra de las cuestiones a tener en cuenta es que no haya resaltes, hay que buscar la máxima planeidad y que la diferencia de altura entre piezas sea de menos de un milímetro entre ellas para evitar los tropiezos”.
La Plaça de Baix quedará cubierta por un mosaico de más de 600.000 piezas que provienen de la cantera de Novelda y Pinoso. “El blanco forma una cuadrícula perfecta en toda la superficie y las piezas rojas rompen esta cuadrícula formando hojas de hiedra que aparecen en unas vasijas íberas encontradas en La Alcudia”, ha apuntado Francisco Fuster, el arquitecto y director de la obra.
Actualmente, las obras avanzan progresivamente y ya se puede ver como han igualado a cota cero la calzada y las aceras; se espera que esta fase quede terminada el 30 de septiembre. Estas actuaciones tratan de convertir la zona en un gran espacio peatonal, accesible y moderno de aproximadamente 200.000 metros cuadrados.