El hundimiento de la calzada se produjo en la calle Maroma de Arenales del Sol durante el episodio de temporal de lluvia y viento registrado el pasado mes de diciembre. Desde entonces, el socavón permanece en uno de los laterales del viejo edificio del hotel de primera línea, cuyas obras de rehabilitación permanecen paralizadas por orden de la dirección general de Costas.
La portavoz municipal no ha concretado qué medidas puede adoptar el ayuntamiento ante el hecho que la promotora de las obras paró hace días el bombeo de aguas freáticas en la parcela, de modo que se puede estar poniendo en riesgo la estabilidad de los restos del inmueble que permanecen en pie en primera línea de playa.
El apagado de ese bombeo, junto a la retirada de las grúas de obras y de todo el material de obra, así como la confirmación por parte del Ministerio de Medio Ambiente de que la empresa propietaria del hotel (Princesol) ha instado formalmente el rescate de la concesión, representan muestras inequívocas que, salvo que la situación dé un giro radical, Arenales del Sol va a decir adiós a un proyecto que suponía una inversión de más de 14 millones de euros y sobre el que se había depositado muchas expectativas de reactivación económica de la pedanía de Elche.
Hasta el momento, Costas se ha mostrado contundente e inflexible, mientras que los vecinos de Arenales del Sol se llegaron a movilizar el pasado verano, convocados por el alcalde pedáneo, Alejandro García, y la asociación de vecinos de la pedanía costera ilicitana, reivindicando a Costas la necesidad de autorizar que se retomaran las obras de rehabilitación paralizadas.
Costas ha confirmado esta semana a Onda Cero Elche que ya ha resuelto el expediente sancionador incoado por los derribos realizados en partes del viejo edificio, pese a no estar contemplados en el proyecto autorizado. Ese expediente supone, según ha constatado Onda Cero de fuentes cercanas a la empresa, una multa de alrededor 70.000 euros.
Asimismo, Costas ha avanzado que “en breve” se conocerá el dictamen en torno a la petición de legalización de los polémicos derribos que ha presentado la empresa Princesol. Ésta, a la espera de esa comunicación, avanza hacia la presentación de una nueva demanda judicial para reclamar daños y perjuicios.
