Así lo ha asegurado el concejal de Mantenimiento, Héctor Díez, que ha explicado que el producto que se está usando impermeabiliza la base de las farolas metálicas de modo que el orín de los perros no las oxida ni perjudica a su cableado interno.
El edil ha señalado que la prueba se está desarrollando en las 81 luminarias metálicas que hay instaladas en la calle Pedro Juan Perpiñán. Se aplica una resina plástica que impermeabiliza la zona en la que se coloca
Héctor Díez ha aseverado que la inversión asciende a alrededor de 19.000 euros y ha añadido que si los resultados son positivos, la medida se extenderá al resto de farolas metálicas que hay en la ciudad, que ronda el 15% de la totalidad de luminarias de la vía pública, dado que la gran mayoría son de fibra de vidrio.