SEXTO FIN DE SEMANA DE CONFINAMIENTO

Elche resiste en las trincheras frente al coronavirus

La localidad ilicitana mantiene a sus dos hospitales públicos con la tasa más baja de muertos en la Comunidad Valenciana por cada 100.000 habitantes, mientras que ostenta el récord de denuncias contra individuos que no cumplen con el estado de alarma

Monserrate Hernández

Elche |

La Policía Local de Elche está vigilando el correcto funcionamiento del estado de alarma en el término municipal de la ciudad. | Onda Cero Elche

Sexto fin de semana de confinamiento. Se dice pronto: 36 días. Este domingo, jornada de luto oficial en memoria de los fallecidos por la pandemia. Más de un mes sin poder salir de casa, únicamente para lo estrictamente necesario. Los negocios cerrados, la economía ante la crisis más profunda que se recuerda y el temor, también miedo, presente frente al coronavirus. Elche es una de las muchas ciudades que sufre esta situación. Y lo hace con unos datos para estar orgullosos: es una de las poblaciones con menor índice de contagios y fallecidos.

Los dos hospitales públicos de Elche son los que menor porcentaje de muertes (16 hasta la fecha) presentan por ratio de habitantes: el Hospital General Universitario de Elche, con nueve (5,3 por cada 100.000); y el Hospital General Universitario del Vinalopó, que suma siete (4,5). En cifras similares se encuentran los centros hospitalarios de Orihuela (5,9), La Ribera (8,5), Denia (9,3) y San Juan de Alicante (9,4). En Alcoy la tasa se dispara con 103 fallecidos (75,2 de tasa) y en el de Requena, en el ámbito global de la Comunidad Valenciana, con 49 defunciones provocadas por el Covid-19 (95,2 de tasa).

Los profesionales no se atreven a establecer una correlación directa entre el número de afectados y las medidas adoptadas por la ciudadanía, si bien parece evidente que respetar las normas establecidas durante el estado de alarma debe implicar una mayor protección para sus ciudadanos. La Policía Local y la Policía Nacional de Elche han intensificado las medidas, desde el primer momento, para el cumplimiento de las normas derivadas del real decreto, proponiendo sanciones que oscilan entre los 600 y los 30.000 euros para los que han querido burlar los controles.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han planteado esta situación como una crisis en la que está en juego la vida de muchas personas. Elche, por ejemplo, ha sido ‘protagonista’ durante las dos últimas semanas por contar con dos individuos detenidos y puestos a disposición judicial que han acumulado 47 y 32 detenciones respectivamente. Personas afectadas por adicciones o que se encuentran sin techo y para los que resulta muy difícil respetar el confinamiento.

Agentes de la Policía Local de Elche tuvieron que atender una llamada de urgencia en Elche con los trajes EPI. | Policía Local Elche

El seguimiento de la norma no solo puede deberse a la amenaza de la sanción, sino también a la conformidad frente a la misma por las consecuencias mortales que puede tener el incumplimiento. Para un grupo social tan importante es el ejemplo de la mayoría para seguir ese patrón de comportamiento como la respuesta ante los individuos que no cumplen la norma. Un dato interesante en este sentido es que las llamadas recibidas por la Policía Local de Elche para alertar de que hay personas que se saltan el confinamiento supera con creces a los avisos recibidos en el mismo periodo de tiempo durante el año anterior por cualquier otro delito.

Psicólogos, sociólogos y autoridades entienden que los datos de Elche se deben, en primer lugar, al comportamiento de la ciudad en general; pero tampoco se puede obviar el miedo a la enfermedad, la presión del grupo ante el resto como ejemplo del cumplimiento y la vigilancia policial y social.

La relación, aunque sea intuitiva y difícilmente comprobable con datos empíricos, es plausible. No se puede establecer una relación directa entre la baja tasa de contagio y, por ejemplo, el control policial. Pero tampoco se puede afirmar que sea inexistente. La conclusión es que todos los factores son importantes para que Elche se haya convertido en un pequeño oasis, no exento de riesgo, frente al coronavirus.