Liderado por la investigadora Guillermina López-Bendito

Un estudio del Instituto de Neurociencias de la UMH de Elche demuestra que el sentido del tacto se activa en el cerebro antes de nacer

Los resultados de la investigación, publicados en la revista Science, muestran que las columnas corticales están definidas y son funcionales antes del nacimiento gracias a la actividad eléctrica espontánea del tálamo embrionario

David Alberola García | Onda Cero Elche

Elche |

Mapeo del tacto en la corteza somatosensorial. | CSIC

Un equipo de científicos españoles ha constatado en ratones que el sentido del tacto surge en el cerebro antes del nacimiento y no después, como hasta ahora se había defendido.

Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el Instituto de Neurociencias de Alicante, que es centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Miguel Hernández de Elche.

La superficie del cuerpo humano -dedos, brazos, piernas- está representada en la corteza cerebral en una banda transversal que se denomina corteza sensorial, representando una especie de mapa cerebral en el que cada parte del cuerpo ocupa un lugar distinto dependiendo de su uso y sensibilidad.

Hasta ahora, se pensaba que este mapa tenía detrás dos mecanismos, uno genético durante el desarrollo embrionario y otro funcional, que empezaría después del nacimiento, momento éste a partir del que el recién nacido iría activando las neuronas, por ejemplo, que representan a los dedos y se accionaría por tanto el mapa.

Sin embargo, ahora se ha descubierto que este último mecanismo no es posterior al nacimiento sino que ocurre antes. Con ello, durante el desarrollo embrionario, es capaz de construir de manera autónoma ese mapa, en previsión de lo que vendrá.

Así lo ha explicado Guillermina López-Bendito, investigadora responsable del estudio que ha destacado que el descubrimiento realizado “constata que el cerebro es un órgano autónomo".

La investigación se ha realizado en un modelo animal si bien los investigadores creen que “muy posiblemente se pueda extrapolar a humanos porque la organización de la corteza se conserva evolutivamente entre especies”.

“El cerebro es capaz de autoesamblarse y colocar las neuronas en columnas, una al lado de la otra, como bloques de lego y en sintonía", ha explicado Guillermina López-Bendito que ha añadido que el estudio demuestra que antes del nacimiento las columnas corticales ya están definidas y son completamente funcionales gracias a la actividad eléctrica espontánea del tálamo.

La actividad espontánea durante la fase embrionaria es esencial para el desarrollo normal del cerebro ya que define lo que en neurobiología se denomina período crítico, en el que los cambios plásticos son posibles pero después del cual serían irreparables.

Por este motivo, el trabajo puede tener repercusiones a largo plazo en la comprensión de ciertas patologías, como el autismo o el síndrome del cromosoma X frágil.

Ahora el siguiente paso es el de descubrir qué ventana de tiempo hay durante el desarrollo para cambiar estos mapas.

Investigadores del Instituto de Neurociencias de la UMH que han participado en el estudio. | Universidad Miguel Hernández de Elche