El artista Mariano Ros Martínez ha fallecido este lunes en Murcia, a la edad de 91 años. Entre sus obras destacan las famosas esculturas en la sierra del CAU, en la partida ilicitana del Ferriol, convertidas en lugar de paso obligado para todos los amantes de la montaña en la ciudad. Además, Ros fue una persona destacada en la ciudad de Elche, pese a que sus últimos años de vida los pasó con su hija en Murcia, donde ha fallecido.
Mariano Ros Martínez es el principal autor de las obras esculpidas durante años en la pared de piedra de una antigua cantera ubicada en la partida de Ferriol. En esa cantera hay un alto conocido como el CAU, muy concurrido por caminantes, corredores y ciclistas, y es allí donde en la primera década del nuevo siglo, Mariano Ros cinceló y pintó, acompañado por su alumno Cándido Escribano, imágenes icónicas de la ciudad como la basílica de Santa María; la Torre de La Calahorra; el Molí Real; las palmeras; la antigua fuente que existía en La Glorieta, ubicada en la actualidad en el Paseo de la Estación; el Pantano de Elche; el guardacostas Cantó de las fiestas de la Venida de la Virgen; y la Magrana del Misteri d’Elx.
Se trata de más de medio centenar de imágenes esculpidas sobre relieve en la pared de piedra de una cantera que fue usada para obtener bloques de roca para la restauración de la basílica de Santa María. El veterano Manolo Jaén ha recordado la obra de Mariano Ros como "algo increíble" por el esfuerzo y la calidad de las esculturas. "No se trata de esculpir sobre la piedra, sino de retirarla para dar forma a figuras emblemáticas de la ciudad", ha dicho el fundador de la Media Maratón de Elche, la más antigua del mundo.
Cabe recordar que las obras de Mariano Ros comenzaron en la Sierra del Castellar, donde tras prohibirle continuar con su labor, se trasladó a la zona del CAU. Mariano Ros era una persona muy conocida y popular en Elche. Era un amante de la montaña y fue presidente de la Unión Excursionista Elche. Su sepelio tendrá lugar este martes, a las 11:30 horas, en la Capilla del Tanatorio L’Aljub de Elche donde en la sala número 2 está instalada la capilla ardiente.
