Un total de 32 niños procedentes del Sáhara, dos más que el año pasado, llegaron anoche para pasar el verano con familias de acogida. Se reparten por toda la provincia, pero principalmente en Elche y en Santa Pola. Los niños, entre 10 y 12 años, disfrutan de actividades escolares, didácticas y de ocio durante su estancia aquí, además de poder pasar revisiones médicas de las que no pueden disponer en sus lugares de orígenes.
A cada familia que se ofrece para acoger, se les adjudica un niño, o en algunos casos dos. Ángela Carrillo, presidente de la Asociación de Ayuda al Sáhara Occidental, explica el proceso para poder ser familia de acogida: “Se hace una entrevista a la familia que se ofrece para comprobar que tienen el tiempo y las condiciones para poder acoger a un niño y se les explica las obligaciones”, pero recalca que “lo primero y más importante es tener ganas de acoger a un niño”.
Este proyecto, llamado 'Vacaciones en paz', pretende otorgar a los niños posibilidades con las que no cuentan en su país durante dos meses. Pero también existe la posibilidad de que los niños se queden aquí para estudiar. “Hay otro proyecto que es al revés, permite que los niños estén aquí 10 meses durante el curso para estudiar y visitan su país durante dos meses para ver a su familia”, asegura Ángela Carrillo. La presidenta confiesa que “al principio los niños llegan asustados y echan de menos a sus familias, pero cuando se acostumbran a estar aquí están muy contentos porque hacen actividades que allí no pueden hacer”.