A primera hora de la tarde de ayer jueves

Agentes de la Guardia Civil rescatan en Crevillent un perro del interior de una balsa de riego vacía de agua

El animal se le había escapado a su propietario mientras paseaban por una zona cercana al cementerio de la localidad

David Alberola García

Elche | 17.07.2020 19:33

El perro rescatado por la Guardia Civil en Crevillent en el interior de la balsa en la que cayó.
El perro rescatado por la Guardia Civil en Crevillent en el interior de la balsa en la que cayó. | Guardia Civil

La Guardia Civil ha rescatado a un perro que se había caído a una balsa sin agua de unos diez metros en Crevillent.

Sobre las 14:00 horas de ayer jueves, la Guardia Civil de la localidad del Baix Vinalopó recibió un aviso telefónico solicitando que una patrulla se desplazase hasta las proximidades del cementerio de dicha localidad, para auxiliar a un vecino que manifestaba que se le había escapado su perro, de raza mestiza y tamaño mediano, mientras paseaba con él y que se había caído a una balsa de riego particular, de unos 10 metros de profundidad, que estaba vacía de agua.

Estaba persona se encontraba "muy angustiada, ya que su mascota intentó salir de la balsa en repetidas ocasiones, sin poder conseguirlo al resbalarse con las paredes del embalse y se volvía a caer al interior", según ha explicado este viernes la Guardia Civil en un comunicado.

Los agentes en servicio de seguridad ciudadana de la Guardia Civil de Crevillent se desplazaron hasta el lugar indicado y comprobaron que se trataba de un embalse, vallado en todo su perímetro al cual, al parecer, el perro habría accedido por un hueco en dicho vallado.

Uno de los agentes bajó a la base de la balsa, atado a un extremo de una cuerda mientras, su compañero, sujetaba con fuerza el otro extremo.

El guardia civil le dio inmediatamente agua, ya que el perro se encontraba muy nervioso y sediento, debido a que la temperatura en el interior de la balsa era considerablemente alta, como consecuencia del calor acumulado por el plástico del propio embalse, consiguiendo así ganarse su confianza y poder cogerlo y subir con él los 10 metros de pared del embalse, entregándoselo a su propietario.