Alexandra Do Nascimento es la madre del Atticgo Club Balonmano Elche. La internacional brasileña, a sus 41 años ya cumplidos, es la única jugadora de la plantilla con una hija, Lía, una bebé de cinco meses que ya es una más del equipo y que no se pierde ni un solo partido de las ilicitanas. Da igual que sea como local o como visitante, en territorio nacional o al otro lado de la frontera. Lía es la guerrera número 17 se juegue donde se juegue.
Ale ha sido protagonista en Onda Cero en la sección 'Sube con Ascensores Serki'. La brasileña, que ha disputado los últimos cinco Juegos Olímpicos, fichó por el Club Balonmano Elche cuando estaba embarazada, pese a que su fichaje fue anunciado en octubre, y en un tiempo récord se puso a disposición de su entrenador, Joaquín Rocamora, para competir en la Liga Guerreras Iberdrola. Sólo lo hizo con una condición: que su hija estuviese siempre a su lado, ya fuese en el pabellón Esperanza Lag de Elche o en cada uno de los desplazamientos que afrontara el equipo para poder seguir amamantando a la niña.
Cuando Ale comenzó a negociar con el Atticgo Club Balonmano Elche afrontaba las últimas semanas de su embarazo. Lía nació el 22 de agosto. "Dos meses después del parto comencé a trabajar lo físico", recuerda la brasileña. "La preparación fue más dura que la recuperación de cualquier otra lesión porque a partir del séptimo mes de gestación me encontraba cansada y sólo podía andar 35 o 40 minutos al día", explica la extremo derecho. Antes de que terminara el año, en Gijón, Lía ya le vio disputar de sus primeros minutos en la Liga Guerreras Iberdrola.
Desde entonces, Alexandra Do Nascimento y Lía no se han perdido ningún encuentro. Las dos estuvieron hace unos días en Serbia, para afrontar la vuelta de los octavos de final de la EHF European League frente a la Jagodina. "Mi hija se portó como un ángel. Estuvo dormida durante las tres horas de vuelo, que era algo que me preocupaba, que llegara a ser una molestia para el equipo", reconoce. Nada más lejos de la realidad. Lía es una más, "la mascota del equipo", como dice Ale. Y como tal, en ocasiones demuestra su carácter: "A aquel partido no fue mucha gente y durante los últimos escuchaba desde la pista cómo lloraba Lía. Terminó el partido, celebramos la clasificación y rápidamente cogí el paño para darle la leche".
Alexandra también ha desvelado que sus planes de maternidad contemplaban la posibilidad de competir en los Juegos Olímpicos de Japón "embarazada de tres meses", pero no se dio y hubo que esperar un poco más. Estaba dispuesta a hacerlo pese a que ya había tenido anteriormente un aborto y estaba en la línea de los 40 años, lo que podría suponerle un embarazo de riesgo. "Una deportista profesional puede competir hasta los tres meses de embarazo porque la gestación está poco avanzada y todo era cuestión de tratarlo con el médico", asegura.
Ahora reconoce que no está aún al cien por cien, pero que con el tiempo espera llegar al tramo decisivo de la competición, donde siguen vivas en la Liga Guerreras Iberdrola, Copa de la Reina y EHF European League, para aspirar a lograr un nuevo título. También se ha referido en esta entrevista al ambiente del grupo, a sus planes de futuro, a lo bien que se está portando con su familia el Club Balonmano Elche y a la opción de disputar la próxima edición de los Juegos Olímpicos, algo que dependerá de cómo afronte su situación la Federación Brasileña de Balonmano porque ella no quiere estar tanto tiempo lejos de su hija. Esa es la condición de Ale, una madre Guerrera.