El Elche inicia 2023 con nuevas ilusiones y las mismas necesidades. El equipo de Pablo Machín ha estrenado el nuevo año a nueve puntos de la salvación y con 25 jornadas por delante con el difícil reto de mantener la categoría. Sin fichajes, a 2 de enero, y con bajas importantes en la plantilla, acumuladas en el centro de la defensa y en la banda derecha, la misión parece casi imposible.
El mensaje que viene transmitiendo el técnico Pablo Machín en el vestuario es el de centrarse únicamente en el presente para plantar lo que resta de competición como una nueva liga en la que se deben hacer unos números sobresalientes si se quiere acabar la temporada con ocho puntos más que Cádiz y Sevilla, y nueve más que Espanyol o Celta de Vigo.
La primera rampa de la cuesta de enero deja la eliminatoria de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, en el estadio Alfonso Murube, ante el Ceuta, rival de Primera RFEF que es colista de su grupo. Será a partido único, este martes a partir de las 21:00 horas. Para Machín será una piedra en el zapato en la que, aunque se trate de una competición oficial, la situación de la plantilla y las urgencias clasificatorias no se deben asumir riesgos en un torneo en el que los días del Elche, en condiciones normales, deberían estar contados.
A partir de ahí, enero deja cuatro duelos que serán determinantes para intentar mantenerse a flote. Tres de ellos, en estos momentos, están en la Liga del Elche: Celta de Vigo (viernes, 6 de enero), Cádiz (lunes, 16 de enero) y Sevilla (28 o 29 de enero). Entre la visita al Nuevo Mirandilla y al Sánchez Pizjuán habrá que recibir a Osasuna, que aunque siempre inicia la campaña con el objetivo de la permanencia ahora mismo es noveno en la clasificación. De cómo termine el Elche este mes quedará determinado gran parte del futuro del equipo.
