El mar ofrece todos los veranos imágenes espectaculares propias de sus aguas y de su naturaleza. Una de ellas se pudo disfrutar durante el pasado domingo entre la costa de Santa Pola y Tabarca, donde dos embarcaciones avistaron a un par de ballenas junto a las tabarqueras que, a diario, trasladan a centenares de turistas hasta la única isla habitada de la Comunidad Valenciana.
Las embarcaciones Espejo de Torrevieja y Santa Pola Transtabarca se encontraron el domingo, en torno a las 12:20 horas, con dos ballenas nadando en sentido norte, hacia Alicante, ante la atenta y curiosa mirada de la tripulación. Tomás Ruso, patrón del Santa Pola Transtabarca, explica que "fue algo increíble y que nunca había visto en esta zona". "De vez en cuando aparecen algunos delfines o especies llamativas, pero nunca habíamos visto a dos ballenas", explica.
Tomás Ruso explica que, al parecer, se trataba de "una ballena y una cría", por el tamaño de los dos cachalotes, si bien también pudo tratarse de una pareja. Como explica el navegante, no es normal ver a estas especies por las costas alicantinas, si bien la biodiversidad de la reserva biológica de la isla de Tabarca pudo atraer a las ballenas por la sedentación, fitoplancton y su reserva marina.
Según Raúl Mérida, presidente de la Fundación Arca de Noé, se trata de una ballena de aleta y rorcual común, cuya presencia en el Mediterráneo puede deberse al cambio climático y al aumento de la temperatura de las aguas, lo que afecta a su alimentación: "Se está viendo que estas especies se están acercando a las costas del Mediterráneo y Atlántico buscando aguas más frías. El aumento de la temporada también afecta a la cantidad de alimento que hay en el mar y, por tanto, se acercan a otras reservas marinas (como la de la isla de Tabarca) dentro de su periplo migratorio".
Esta semana también se ha podido avistar a una ballena en Huelva, en Antilla, nadando junto a los bañistas a escasos metros de la arena.