El final del mercado de fichajes se aproxima. Quedan siete días hasta que el próximo viernes 1 de septiembre, a las 23:59 horas, se baje la persiana para poder realizar incorporaciones. El Elche tenía su trabajo adelantado, a la espera de encontrar un delantero, un extremo y, si podía ser, otro defensa central. En las últimas horas, tras dos derrotas seguidas en el inicio de Liga, todo ha cambiado.
Al menos cuatro jugadores han trasladado al Elche su predisposición a abandonar la plantilla: Tete Morente, Raúl Guti, Lautaro Blanco y Lucas Boyé. Lo de los tres primeros, para mí, no es de recibo. Tete y Guti siempre contaron para Beccacece y han tenido mucho protagonismo tanto en la recta final de la temporada anterior como durante todo el verano. Y ahora se quieren bajar del barco. El internacional argentino nunca fue indiscutible desde que llegó de Argentina.
Pere Milla abrió la puerta y se marchó con destino al Espanyol. El club no quería que se fuera, pero la operación satisfizo a las tres partes, con un traspaso de 2,5 millones de euros más otro medio millón en caso de ascenso antes de 2027. Ahora toca besar el escudo del Espanyol. Tete y Guti han visto el cielo abierto a la espera de seguir esa estela.
Raúl Guti va camino de irse sin demostrar aquello de lo que presumía: ser el fichaje más caro de la historia del Elche. Tete hace tiempo que tiene la cabeza en otro sitio; sólo hay que ver el lamentable partido que hizo el pasado sábado en Eibar. Ahora se suma a esta lista Lautaro Blanco porque no juega, lo que supone una falta de respeto hacia su competencia, José Salinas. Aquí el puesto hay que ganárselo y si Beccacece no te pone, será por algo.
Al margen dejo a Lucas Boyé. Elogiable cómo se dejaba la piel en el campo de Ipurúa. Recordando cómo la temporada anterior asumió no ser traspasado al Sevilla, entonces en Champions, a cambio de 13 millones de euros. Incluso Monchi reconoció el interés por el delantero argentino. Bragarnik le premió con una mejora de contrato. Pese a la dificultad, siempre puso "el pecho" y lo dio todo hasta sufrir el descenso.
Ahora Boyé ve cómo la temporada ha empezado mal y cómo varios equipos de la máxima categoría van a tratar de aprovechar la recta final del mercado para ficharlo. Yo también lo haría. Granada, Rayo Vallecano, Alavés, Valencia y Olympiacos, entre otros, quieren al nueve del Elche.
A Boyé le pediría que estuviera en el duelo de este sábado. Es una final, aunque sea la tercera jornada. El Elche debe estrenarse ante el filial del Villarreal y de ahí comenzar a coger impulso. Otro tropiezo empinaría más el camino y añadiría complicación a la llegada de otros refuerzos. Yo le pido a Boyé que, aunque se pueda ir, que juegue este partido, que se despida como lo hace un gladiador en la arena y que lo haga por la puerta grande. Nadie le puede poner un pero.
La afición quiere, adora, idolatra y hasta puede entender a Boyé, siempre que la oferta que llegué esté a su altura, que no es menos de diez millones de euros. Puede ser su último servicio a la franja y a la grada; la última vez que ponga "el pecho". Si te quedas, haz más grande tu historia, pero Boyé, este puede ser tu final en el Elche. Haz que sea bien recordado, no te pongas a la altura de otros. Esta también es tu final.