Cambiar las reglas del Tajo-Segura multiplicaría por cinco la factura del agua de ayuntamientos, industrias y agricultores
Joaquín Melgarejo, director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante, subraya que cambiar el agua del acueducto por la obtenida en desalinizadoras incrementaría cuatro veces las “emisiones de efecto invernadero”
Elche |
Las modificaciones en las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura que baraja el Ministerio para la Transición Ecológica pueden suponer un impacto económico directo sobre la agricultura y los abastecimientos de la provincia de 150 millones de euros anuales, que es en lo que se cifra el incremento que tendría el coste en ambos ámbitos de la obtención a través de las desalinizadoras del volumen de agua que se dejaría de recibir del trasvase.
Teniendo en cuenta el conjunto de actividades turísticas y agrícolas que se nutren del agua procedente del acueducto, el efecto de los cambios que se pretende se situaría en entre 800 y 900 millones de euros anuales.
En torno al trasvase Tajo-Segura, en la actualidad hay dos iniciativas sobre la mesa que de salir adelante supondrían un cambio muy sustancial de las reglas de explotación vigentes que regulan el mismo.
La primera de ellas es la intención del Ministerio para la Transición Ecológica de incrementar los caudales ambientales en la cuenca del Tajo, especialmente en Aranjuez, cuyo efecto directo, según las condiciones planteadas, sería la reducción de las aportaciones hídricas del acueducto de entre 60 y 70 hectómetros cúbicos menos de agua que la que se moviliza entre las cuencas de ambos ríos en la actualidad. Esa modificación se encuentra hasta el 30 de octubre de este año en periodo de alegaciones.
Por otro lado, la segunda de las cuestiones que se está barajando es la modificación de los estipulado en el Memorándum que, con rango de Ley, regula el trasvase Tajo-Segura. El cambio se centraría en lo que ese documento denomina Nivel II, a partir del que la transferencia entre cuencas es automática y de 38 hectómetros cúbicos de agua. Según el informe técnico elaborado por el ministerio se pasaría a establecer ese trasvase en 20 hectómetros cúbicos de agua. Con ello, de salir adelante ese cambio en los parámetros de explotación del acueducto, la merma anual para la provincia de Alicante rondaría los 60 hectómetros cúbicos de agua menos.
Así lo ha explicado a Onda Cero ElcheJoaquín Melgarejo, director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante (UA), que ha incidido en que el problema que se plantea si salen adelanta las intenciones del Gobierno central “es un problema de toda la estructura económica de la provincia de Alicante, no solo agrario”.
En este sentido, Melgarejo ha subrayado que 35 municipios de la provincia se abastecen del agua procedente de la Mancomunidad de Canales del Taibilla, que a su vez se nutre en un 60% de los recursos provenientes del trasvase Tajo-Segura.
Entre los municipios que se abastecen del agua de la Mancomunidad del Taibilla se encuentran, Elche, Crevillent y Santa Pola, así como Aspe, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves y Alicante, Orihuela o Torrevieja.
“Sustituir esos recursos con agua desalada multiplicará los costes actuales ya que hoy en día la tarifa del trasvase está en torno a los 12 céntimos de euro el metro cúbico de agua y el agua desalinizada cuesta en planta, como mínimo, 60 céntimos de euros”, ha señalado el director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la UA que ha ido más allá y ha considerado “paradójico” que “el Ministerio para la Transición Ecológica” apueste por un método de obtención de agua a través de las desalinizadoras que presenta “cuatro veces más costes energéticos que el trasvase; por tanto también medioambientales a modo del incremento en ese índice de las emisiones de efecto invernadero”.
Melgarejo ha apuntado que “el trasvase Tajo-Segura consume un kilovatio hora por metro cúbico trasvasado mientras que la producción de un metro cúbico de agua en las plantas desalinizadoras alcanza el volumen de cuatro kilovatios hora”.
Merma “muy sustancial” para la agricultura
Además, el director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la UA ha destacado que de ejecutarse esas dos iniciativas, la merma de las aportaciones del trasvase Tajo-Segura a la agricultura de la provincia sería “muy sustancial”.
Según ha explicado Melgarejo, en la actualidad llegan a la cuenca del río Segura del orden de los 328 hectómetros cúbicos de agua anuales (media de los últimos 40 años), tanto para abastecimientos como para regadío, de modo que de incrementarse los caudales ecológicos en la proporción planteada y de cambiarse las condiciones del Nivel II del Memorándum, la cantidad de agua trasvasada para regadío podría reducirse en hasta un 50%.
En este sentido, las cifras apuntan a que en las últimas cuatro décadas la agricultura de la provincia ha recibido una media de 205 hectómetros cúbicos de agua al año a través del acueducto Tajo-Segura pero de salir adelante las intenciones del Gobierno central se recibirían unos 100 hectómetros cúbicos de agua.