Los regantes del Camp d’Elx se han echado este sábado a la calle en protesta por los recortes proyectados por el Ministerio para la Transición Ecológica en el trasvase Tajo-Segura del que en la provincia de Alicante se nutren para regadío más de 20.000 agricultores, agrupados en la Comunidad General Riegos de Levante, así como muchos municipios de las comarcas del Vinalopó cuyo consumo diario se abastece del agua procedente de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. Entre los ayuntamiento que están en la citada mancomunidad se encuentran los de Elche, Santa Pola, Crevillent, Aspe, Hondón de los Frailes y Hondón de las Nieves.
Convocados por el Círculo del Agua bajo el lema ‘En el Levante, sin trasvase desierto y paro’, los regantes se han lanzado a la calle de forma simultánea en 16 localidades de las provincias de Alicante y Almería, así como de la Región de Murcia.
En Elche se ha llevado a cabo una tractorada que circulado por la Ronda Sur y una manifestación que ha discurrido desde la confluencia de la avenida de la Libertad con la calle Reina Victoria hasta la Plaça de Baix, junto al ayuntamiento, donde ha tenido lugar una concentración con la lectura del manifiesto reivindicativo de la movilización.
La consellera de Agricultura en la manifestación
En la manifestación han participado representantes de todos los partidos políticos, así como Mireia Mollà (Compromís), consellera de Agricultura, y alcaldes de municipios que beben del agua del trasvase como es el caso de Crevillent, cuyo primer edil José Manuel Penalva también ha apoyado a los agricultores.
Se han dejado ver en la movilización los portavoces del PP en Elche, Pablo Ruz, y de Ciudadanos, Eva María Crisol.
El alcalde de Elche, Carlos González (PSOE) ha recibido a los manifestantes, encabezados por Javier Berenguer, presidente de Riegos de Levante, a su llegada a la Plaça de Baix.
Los agricultores han recordado que el Consejo Nacional del Agua ya ha aprobado la reducción del volumen de agua a trasvasar cuando los embalses de cabecera del Tajo-Segura se encuentran en el nivel 2 reconocido en el Memorándum que rige la explotación del acueducto.
Además, han incidido en que si se incrementan los caudales ecológicos en la cuenca del río Tajo como pretende aprobar el Ministerio para Transición Ecológica, el trasvase se reducirá en más de un centenar de hectómetros cúbicos de agua al año lo que representará su desaparición prácticamente.
El Gobierno central pone el agua desalada como fuente para la obtención de ese volumen de recortado pero los regantes lo rechazan fundamentalmente por dos motivos: porque el agua desalada tiene un mayor precio y para el regadío es de menor calidad que la procedente del trasvase.