Christian Bragarnik ha regresado a España a tiempo para estar en el palco en el encuentro de este jueves, en los octavos de final de la Copa del Rey, ante el Real Madrid. El empresario argentino cogió ayer por la tarde un vuelo en Buenos Aires y ya está en territorio nacional para volver a ocupar su despacho en el estadio Martínez Valero y dirigir las riendas, en primera persona, del club. Durante los dos últimos meses lo ha estado haciendo desde la distancia, aunque sin perder de vista los temas importantes de la entidad.
Bragarnik tiene por delante doce días, hasta el 31 de enero, para gestionar el mercado de invierno del Elche. El primer movimiento ha sido la salida de Darío Benedetto a Boca Juniors. El Pipa vuela esta tarde con destino a La Bombonera, donde será presentado con enorme expectación una vez que supere el reconocimiento médico. La marcha de Benedetto liberará una de las tres plazas de extracomunitario y abrirá las puertas a la negociación con el lateral izquierdo Lucas Olaza, del Real Valladolid. Es del gusto de Francisco y la negociación estaba en punto muerto a la espera de hacerle sitio en la plantilla.
En la operación de Olaza también afectará la marcha de Josema al conjunto pucelano, con una cesión con opción de compra. El defensa murciano, afectado ahora por el COVID, está a la espera de la luz verde para ponerse a las órdenes de Pacheta, que ya lo quiso en verano. Las otras dos opciones que valora el Elche en el mercado son las de un volante ofensivo y un jugador más que aporte competencia a la defensa, como lateral derecho o central.