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El Club Balonmano Elche tendrá que tomar una decisión con relación a la que será su casa mientras dure la pandemia. Las medidas sanitarias obligan a que se mantenga la distancia de seguridad entre aficionados y el pabellón de Carrús, dadas sus reducidas dimensiones, verá muy limitada su capacidad para albergar a seguidores en los encuentros que el Elche dispute frente a su afición.
Esta semana hay prevista una reunión entre lo técnicos municipales y la concejalía de Deportes para conocer cuál debe ser el protocolo sanitario a seguir para que haya aficionados en las gradas de Carrús. El jueves, a las 11:30 horas, también habrá una recepción en el Ayuntamiento de Elche al equipo sénior donde también se podría aprovechar para hablar de este asunto, si bien el principal objetivo es rendir homenaje a la plantilla que logró el subcampeonato de la Copa de la Reina en la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre.
Si la limitación se reduce para mantener la distancia de seguridad, apenas podrá acudir a Carrús un centenar de aficionados. El equipo quiere jugar sus partidos oficiales de la Liga Guerreras Iberdrola en Carrús, donde se entrena y donde, además, cuenta con buen ambiente por parte de la grada. Otra opción es jugar en el Esperanza Lag, donde el parqué no se encuentra en buen estado y la ‘pega’ que se usa en este deporte es un hándicap. Allí está previsto albergar los encuentros televisados y de competición europea. También se barajan otros escenarios como El Toscar, el pabellón universitario o los de las pedanías, estos últimos con menos opciones.
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Elche, Vicente Alberola, ha explicado a Onda Cero Elche que las medidas de aforo implican a que el aforo se rebaje al 75% de la capacidad máxima, siempre y cuando se garantice el distanciamiento social entre personas.