Cuatro años de prisión por traer en una patera a once personas hasta las costas de la provincia. Este es la pena que ha impuesto la Audiencia Provincial de Alicante a un hombre al considerar probado que ejercía como patrón de esa embarcación que fue interceptada en octubre del pasado año a media milla de la costa de Santa Pola.
Según la sentencia, la falta de preparación del acusado puso en riesgo la vida de los ocupantes de la patera, ya que viajaban “en condiciones calamitosas”, con "peligro de hundimiento”, “hacinados” y “sin medidas de seguridad, ni chalecos salvavidas”.
El tribunal considera al proceso, de nacionalidad argelina, responsable de un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal, a partir de la declaración de uno de los tripulantes que colaboró con la Policía Nacional como testigo protegido y que lo identificó como la persona que manejaba la embarcación.
La resolución de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Alicante destaca que el testimonio de este testigo fue sincero, sin que albergase motivos espurios contra el acusado, y que su relato fue completo, hasta el punto de asegurar que temió por su vida en un momento de la travesía en el que la embarcación estuvo a punto de ser arrollada por un carguero por la falta de pericia del procesado, que no disponía de licencia ni formación para dirigir la embarcación.
El tribunal añade que la versión del testigo protegido quedó corroborada por los agentes que interrogaron al conjunto de los tripulantes y por uno de los guardia civiles de la patrulla que interceptó la patera y que dijo que la manejaba un hombre con una gorra azul.
La sentencia no es firme por cuanto puede ser recurrida en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.