El Juzgado de lo Penal 1 de Elche ha condenado al pago de una multa de 1440 euros por un delito de intrusismo a la propietaria de un centro de estética de la ciudad por anunciar en redes sociales la realización de tratamientos podológicos y actuar sobre los pacientes como si se tratase de un profesional sanitario.
El juicio se ha celebrado por conformidad de la acusada tras una denuncia llevada a cabo por el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunitat Valenciana (ICOPCV) con el propósito de "erradicar esta práctica que, además de suponer un enorme agravio a la profesión, pone en peligro la salud de la población en general".
Así lo ha confirmado la propia entidad denunciante en un comunicado en el que critica que la denuncia se ha interpuesto debido "a la falta de apoyo recibido por parte de la Conselleria de Sanidad para combatir este grave problema que afecta a la profesión", por lo que se ha decidido "tomar cartas en el asunto".
También considera que la sentencia reafirma las competencias de los profesionales de la Podología cuando se trata del tratamiento de dolencias y deformidades de los pies de los pacientes.
El ICOPCV recuerda que estas actuaciones son ajenas al campo de la estética, que se encuentra delimitado a tareas para el embellecimiento y no al tratamiento de patologías que requieren, en todo caso, de la intervención de profesionales de la salud competentes como son los podólogos.
Por último, destaca que el 80% de los problemas de intrusismo en la profesión procede de centros de estética e insiste en que para que el paciente pueda cerciorarse de que se pone en manos de un profesional cualificado es "imprescindible comprobar que dispone de número de colegiado".