El área de calidad de aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha constatado la presencia de mejillón cebra en el embalse de Crevillent por lo que ha puesto en marcha las medidas previstas en el plan de choque contra esa especie, que incluyen el descenso de la cota del embalse para inspeccionar los taludes emergidos.
Ese descenso de cota también permite que los ejemplares adultos del mejillón cebra que no se puedan localizar y retirar, mueran por desecación.
Según se ha explicado este martes desde el CHS, el hallazgo del mejillón cebra en el embalse de Crevillent se produjo el pasado mes de marzo y fueron los técnicos de la confederación hidrográfica los que lo encontraron cuando realizaban trabajos de seguimiento del estado de las masas de agua.
La propagación de esta especie invasora en el embalse de Crevillent está asociada a importantes daños ecológicos y económicos para las masas de agua e infraestructuras donde se asienta, por lo que, además de las medidas aplicadas, la Confederación estudia implantar otras de vigilancia y gestión, para contener la expansión de la especie.
El mejillón cebra está considerado una de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Principales impactos
Los principales impactos que genera sobre el ecosistema y los recursos económicos se deben a su elevada capacidad de crecimiento formando colonias y agregados que llegan, incluso, a taponar conducciones o tuberías.
Asimismo, al ser un gran consumidor de fitoplancton tiene efectos sobre el ecosistema aumentando la claridad del agua, alterando sus condiciones y desplazando a otras especies autóctonas. Incluso puede afectar negativamente al turismo y a otras actividades recreativas como la pesca deportiva y la navegación al cubrir, casi por completo, los taludes u orillas de las masas de agua donde prolifera.