Un joven de 37 años ha salvado la vida gracias a la rápida actuación de cuatro agentes de la Policía Nacional, que acudieron en su ayuda tras recibir una llamada de auxilio y aplicarle un torniquete improvisado ante la gran cantidad de sangre que estaba perdiendo, como consecuencia de haberse clavado en el antebrazo el cristal de un espejo, al que le dio un puñetazo.
Tras una llamada recibida por un vecino que escuchaba fuertes gritos, los agentes de la Policía Nacional comisionados por el CIMACC 091 fueron en busca del lugar para ver el incidente. Cuando llegaronr al lugar, los cuatro agentes adscritos al Grupo de Atención al Ciudadano y al Grupo Operativo de Respuesta de la Comisaría de Policía Nacional de Elche se encontraron en la vía pública a dos varones, uno de los cuales presentaba un gran corte en el antebrazo izquierdo, por el que sangraba abundantemente, mientras que el otro intentaba socorrerle sin éxito.
Todo comenzó el pasado martes cuando, tras una discusión en su domicilio, uno de ellos le propinó un fuerte puñetazo a un espejo produciéndose un corte de considerable profundidad, del que comenzó a emanar abundante sangre. Debido a la gravedad de la herida los dos varones se dirigieron a la vía pública para solicitar ayuda.
Asimismo, los agentes solicitaron los servicios sanitarios de forma urgente, ya que el varón presentaba palidez y debilidad tras la pérdida de abundante sangre. Para ello, decidieron emplear sus conocimientos de primeros auxilios y realizar un torniquete.
Al carecer del material sanitario, utilizando su ingenio e improvisación, emplearon lazos de seguridad y un bolígrafo, elementos con los cuales, finalmente, consiguieron cortar con éxito la hemorragia.
A la llegada de la ambulancia, trasladaron al herido al Hospital Universitario del Vinalopó de Elche, manifestando los sanitarios a los agentes de la Policía Nacional que “muy posiblemente habían salvado la vida del joven gracias a su rápida y eficaz intervención”. El varón,de 37 años de edad, ya se encuentra fuera de peligro.