La última derrota sufrida ante el Espanyol de Barcelona ha dejado casi sentenciado al Elche, que ve ahora la permanencia a 13 puntos cuando sólo quedan 48 por disputarse. El equipo de Pablo Machín sigue intentando estar a la altura de la Primera División, pero sólo ha sido capaz de vencer un encuentro en las 22 jornadas de LaLiga que ha disputado hasta la fecha.
El descenso se ve cada vez más cerca y el trabajo debe empezar a centrarse en adelantar trabajo de cara a la próxima temporada. Lo que tiene claro el club que dirige Christian Bragarnik es que la pérdida de categoría no va a suponer la liberación de los jugadores que cuentan con contrato en vigor. Sólo podrán marcharse en el caso de que llegue alguna oferta interesante para las dos partes. De lo contrario, tendrá que jugar con el Elche CF en Segunda División con el único objetivo de recuperar la categoría perdida.
Futbolistas destacados como Edgar Badia, Omar Mascarell, Fidel Chaves, Lucas Boyé, Lautaro Blanco, Nico Fernández, Raúl Guti o Pere Milla tienen, al menos, un año más firmado y habrá que ver cómo solucionan su futuro: en el Elche en Segunda División o en algún otro club que esté dispuesto a asumir su contrato y a pagar por ellos.
El Elche deberá equilibrar su necesidad de mantener un equipo competitivo con la de aligerar la nómina de futbolistas que sean prescindibles y que tengan un contrato demasiado alto para lo que se pueda permitir el Elche, que contará con una suculenta ayuda para compensar el descenso.
Hay otros jugadores que terminan contrato y que con la pérdida de categoría se haría más difícil su renovación bien porque pueden tener ofertas de Primera o porque no van a entrar en los planes. Ahí están los casos de Gerard Gumbau, Helibelton Palacios, Pedro Bigas, Josan Ferrández, Gonzalo Verdú, Lisandro Magallán o Pape Cheick, entre otros. También finaliza contrato el técnico Pablo Machín, a la espera de saber qué ocurre con él y si es el entrenador elegido para afrontar el reto del ascenso, hecho que no parece demasiado probable.
En la temporada 2014/15, con el descenso administrativo algunos jugadores quedaron liberados porque sí tenían firmadas cláusulas que les permitía abandonar el Elche siempre y cuando presentaran una oferta que igualara los emolumentos que tenían comprometidos con el Elche. Dada la mala situación económica, la mayoría de activos deportivos se marcharon con la carta de libertad bajo el brazo.