Los detenidos por el asesinato en la tarde de este pasado miércoles de una mujer de 81 años en su vivienda de la pedanía de Maitino de Elche son madre e hijo, de 46 y 16 años. Dispararon a la víctima tres veces y tras darle muerte manipularon su cuerpo para tratar de eliminar pruebas. Incluso lo trasladaron a la habitación donde fue encontrado.
Tras ello, se deshicieron del arma homicida, que fue encontrada por los agentes en las inmediaciones del lugar del crimen, un chalé de la urbanización Torre Azul. Además, quemaron el coche en el que huyeron del lugar en la ciudad de Alicante, en un incendio que provocó daños en otros vehículos.
La madre su hijo, en manos de la Justicia y de la Fiscalía de Menores
Así lo ha confirmado este viernes la Policía Nacional, cuyos agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaria del Cuerpo Nacionalde laPolicía de Elche tardaron menos de un día en identificar, localizar y detener a los dos implicados. En ese proceso han sido básicos elementos como las pruebas encontradas en el lugar del crimen y los datos aportados por vecinos y el empleado de la empresa de fontanería que acudió a la vivienda de la mujer asesinada, a partir de la que se destapó lo ocurrido.
Los dos arrestados permanecen en los calabozos de las Comisarias de Elche y Alicante a la espera de pasar en los próximos días a disposición, ella de la Justicia, y él de la Fiscalía de Menores.
La mujer arrestada practicaba tiro deportivo
La mujer detenida practicaba tiro deportivo y disponía de licencia. A su nombre figuraba un arma corta, del mismo modelo y calibre que el arma homicida encontrada por los agentes durante la inspección ocular llevada a cabo. Era una pistola Beretta, del calibre 22, que la detenida había denunciado como sustraída en la mañana de ayer, es decir, al día siguiente del asesinato e, incluso, manifestó en su denuncia que el arma le desapareció del interior de su vehículo en fechas inmediatamente anteriores.
A falta de que se puede concretar el móvil de los hechos, se descarta la hipótesis de un robo fortuito, barajándose que el hecho de que la víctima y los arrestados se conocían previamente.