Elche |
La investigación abierta el pasado mes de febrero para dar con el propietario de un perro mastín localizado abandonado y moribundo junto a un contenedor en la partida de Vallongas de Elche ha dado sus frutos.
Han transcurrido siete meses, con un estado de alarma de por medio que ha dificultado las pesquisas, pero finalmente la policía ha podido identificar al propietario del animal, cuyo caso corrió como la pólvora por todos los rincones del país por la crueldad de las imágenes del estado que presentaba el mastín, con signos extremos de desnutrición, deshidratación severa, con un gran bulto en la cabeza y supuración de larvas en uno de los oídos.
El mastín, que fue bautizado con el nombre de Ragnar, fue localizado junto a un contenedor de basura por un vecino de Elche y su caso fue denunciado públicamente por la asociación Huellas Salvadas, que además se hizo cargo del animal trasladándolo inmediatamente a un veterinario para tratar de salvarle la vida. Ragnar, que pesaba solo 18 kilos cuando en condiciones normales debía alcanzar los 60, fallecía días después de ser encontrado como consecuencia del grave estado de salud que presentaba.
La Unidad de Urbanidad y Medio Ambiente de la Policía Local de Elche abrió una investigación en la que se recabaron testimonios de vecinos de la zona de Vallongas que han sido claves para llevar a los agentes hasta la finca en la que se ha identificado al propietario del mastín y en la que se han encontrado evidencias de otros casos de presuntos casos de maltrato animal, con la presencia en la misma de varios perros, mastines y galgos, “con los mismos signos de alimentación inadecuada”, según ha explicado la Policía Local a través de un comunicado del Ayuntamiento de Elche.
Además, en la parcela inspeccionada se han hallado “varios huesos de animales” que han venido a ratificar algunos de los testimonios recogidos durante la investigación que a referían “varias muertes” en esa finca de animales “y posterior enterramiento en el propio terreno, contraviniendo la normativa actual”. En este sentido, ya con la colaboración de la Policía Nacional en este punto de la investigación, fue necesaria la autorización judicial para acceder al interior de la parcela privada y, con una retroexcavadora, remover el terreno, acción que sacó a la luz los restos óseos de animales.
En su declaración en la Comisaría de Elche, el dueño de la finca ha negado los hechos que se le atribuyen, si bien a raíz de la investigación practicada la policía le imputa diversas infracciones administrativas graves y muy graves a la Ley de Protección Animal autonómica y local, entre otras.
Tanto la investigación como el proceso judicial continúan abiertos.