Los agentes del Seprona de la Guardia Civil de Alicante han intervenido en Elche una tonelada de productos pesqueros, tanto frescos como congelados, de atún rojo, musola, sardina, quisquilla, calamar y langostino sin etiquetar. Locales hosteleros de Alicante, Altea, Santa Pola y Teulada también han sido denunciados por la comercialización de pescado ilegal.
Los agentes descubrieron que en los establecimientos hosteleros inspeccionados había una gran cantidad de pescado sin etiquetar y sin la información necesaria para determinar su procedencia y sus condiciones para el consumo. El pescado, cuyo fin estaba destinado a su comercialización, fue retirado de los locales por no cumplir los requisitos establecidos.
Tras pasar los controles necesarios de calidad, se entregó a centros benéficos para su consumo, y el resto fue desechado. Estas infracciones por parte de los establecimientos de hostelería inspeccionados están clasificadas como graves, por lo que estos restaurantes deberán afrontar la sanción establecida por las autoridades pertinentes que oscila entre los 601 y los 30.000 euros.
Estas inspecciones se llevan a cabo en el marco del Plan Anual de Control e Inspección de las Actividades Pesqueras. De manera periódica, agentes de la Guardia Civil realizan el control de productos pesqueros para determinar la legalidad del origen y sus condiciones sanitarias.