La ciudad de Elche se ha convertido este martes en el epicentro mundial del ciclismo al acoger la salida de la décima etapa de La Vuelta a España, que ha sido una contrarreloj individual entre la ciudad ilicitana y Alicante.
El impacto internacional que da una prueba de esas características desde el ámbito de la visibilidad es indudable y se ha visto reforzado por el escenario desde el que los ciclistas han comenzado la prueba: la zona de Traspalacio en la calle Diagonal del Palau.
La plataforma de lanzamiento de los ciclistas hacia el recorrido de la contrarreloj individual se ha situado junto al Palacio de Altamira, con el Parque Municipal, emblema del Palmeral de Elche, de fondo y con una escultura de la Dama de Elche de grandes dimensiones pegada a esa plataforma.
La instalación de esa gigantesca Dama en el emplazamiento elegido para ello han sido factores entendido por muchos como un gesto reivindicativo ante el mundo tanto del origen de la pieza de la cultura íbera como de la aspiración del municipio ilicitano de lograr una cesión temporal de la misma, a la que también se ha referido el alcalde de Elche, el socialista Carlos González, antes del inicio de prueba ciclista.