El mercado de invierno ha entrado en fase de ebullición para el Elche. Ya se ha consumido la tercera parte del periodo reservado para reforzar las plantillas de la Liga y los ilicitanos, de la mano de Christian Bragarnik, no se van a quedar de brazos cruzados. La entidad franjiverde ha centrado el tiro y quiere apuntalar su plantilla con la incorporación de un lateral izquierdo, un lateral derecho y un mediocentro.
Para que lleguen jugadores, se tienen que producir obligatoriamente salidas. Josema lo tiene hecho con el Real Valladolid, a la espera de que Francisco recupere efectivos en el eje de la zaga tras las lesiones de Gonzalo Verdú y Pedro Bigas. Su salida dejaría sin sustituto de emergencia a Johan Mojica. Mientras, los argentinos Darío Benedetto, Iván Marcone y Javier Pastore también están en la rampa de salida.
Benedetto, además, ocupa una de las tres plazas de extracomunitarios de la plantilla del Elche. Las otras dos son las de de Helibelton Palacios y Enzo Roco. El Pipa tiene libertad para salir y dejar vía libre a la llegada de otro extranjero. El uruguayo Lucas Olaza, del Real Valladolid, es una opción en firme para el lateral izquierdo si se confirma este movimiento.
Para el lateral derecho se busca más competencia para Palacios, destacado ante el Espanyol, y Barragán, que también ejerce como alternativa como central derecho. Y si Marcone o Pastore se va, Francisco recibiría con los brazos abiertos a otro mediocentro de perfil mixto, con capacidad de ida y vuelta.
La opción de reforzar los extremos se ha descartado ante el buen rendimiento que ha recibido el entrenador por parte de Fidel Chaves, Tete Morente, Josan Ferrández y Pablo Piatti, además de Pere Milla en la banda izquierda del ataque. En esos parámetros se circundan ahora mismo los movimientos del Elche en el mercado invernal que todavía tiene mucho que decir hasta final de enero.
