La campaña de abonados del Elche no ha cumplido con las expectativas que tenía marcadas el club. Apenas 8500 aficionados han renovado su carnet con respecto a la última temporada con público en las gradas, en Segunda División, y este hecho provocó que el lunes, ante el Athletic Club, quedaran hasta cinco mil entradas a la venta que fueron aprovechadas por muchos hinchas del equipo bilbaíno para acudir al Martínez Valero con el propósito de animar a los leones.
El esfuerzo de los empleados del Elche durante este verano es incuestionable, si bien es cierto que algo ha debido fallar para que cerca de cuatro mil abonados no se hayan animado a seguir con su abono en Primera, después de una temporada en blanco y con las ganas de fútbol que hay en la ciudad. La crisis económica, la pandemia de covid-19 y las vacaciones de muchos seguidores han podido influir en el resultado, pero el club quiere afinar su estrategia para captar a todos aquellos que desean tener asegurado su sitio en las gradas.
En los próximos días se anunciará la puesta en marcha de la segunda fase de la campaña de abonos, que mantendrá los precios y se abrirá al público en general. Además, las previsiones apuntan a que a partir de septiembre, cuando se complete el proceso de vacunación y se inicie la desescalada, se aliviarán las restricciones para alcanzar o rebasar a la mitad del aforo del estadio de Elche, con capacidad para unos 33.000 espectadores. Tampoco se quieren pisar los dedos si se da el caso contrario: que se reduzca el aforo y haya que dejar a alguien fuera, con el malestar que esto provocaría.
Ante el Athletic Club sólo asistieron 9135 aficionados, con la ausencia de muchos abonados que recibieron su entrada pero que no acudieron al recinto. Varios centenares de seguidores del Athletic Club se desplazaron a Elche para presenciar el encuentro, pese a que en un principio no se contemplaba la opción de contar con afición visitante.
Este martes se ha hecho un análisis de cómo transcurrió la primera jornada y la idea es corregir todo aquello susceptible de mejora y aumentar la presencia de público a las gradas del estadio Martínez Valero. Pese a que no se llegó a las 10.000 personas de asistencia, el Aromas Ilicitanos y los ánimos de los aficionados se dejaron notar en los jugadores del equipo de Fran Escribá.
