El Ayuntamiento de Elche ha iniciado los trámites para la incorporación en el Catálogo y Plan Especial de Protección de Edificios y Conjuntos del Término Municipal de un refugio antiaéreo hallado en el subsuelo de una parcela del barrio de Altabix en la que durante la Guerra Civil española se asentaba una empresa que la utilizó como galería de tiro. Concretamente era la fábrica ‘Sánchez Rojas’.
Con unos 110 metros de longitud y un trazado predominantemente lineal, el refugio antiaéreo está situado a alrededor de ocho metros de profundidad. Cuenta con cuatro entradas. La mayor parte de la galería está en suelo público, incluidas tres de esas entradas, mientras que una pequeña superficie de la misma y una de las entradas se encuentra en el subsuelo de un local, que es propiedad privada. Dos de esos accesos están en la zona de la avenida de Santa Pola, una en el centro de la galería principal y otra al norte, en la calle Pío Baroja.
Del nuevo refugio antiaéreo se tenía constancia documental, si bien hasta ahora no había sido encontrado. Esa circunstancia ha sido consecuencia de las obras de un edificio que han comenzado en la zona.
Ahora, toda vez que los técnicos municipales del área de Urbanismo lo han localizado y comprobado que se encuentra en buenas condiciones de conservación, la intención del equipo de gobierno es ponerlo en valor y musealización.
Para ello, el primer paso que se va a dar es el de incorporarlo al catálogo de bienes protegidos del municipio, de modo que éste contará con cuatro refugios antiaéreos, ya que también se va a incluir en el citado catálogo el refugio de Paseo de Germanías y dos más situados en el subsuelo del viejo Mercado Central.
“En esa zona hay solicitada una licencia de obra para la construcción de un edificio que es totalmente compatible con la protección y conservación del refugio”, ha explicado Ana Arabid, concejala de Urbanismo en el Ayuntamiento de Elche que ha añadido que “los refugios antiaéreos forman parte del patrimonio histórico, civil y militar de la Guerra Civil y, según la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, tienen la consideración de bien de relevancia local y deben ser incluidos en los respectivos catálogos de bienes protegidos”.