El Elche CF no está dispuesto a dejar salir a Lucas Boyé por menos de 20 millones de euros. Esa es la cifra que, en su conjunto, debe percibir la entidad franjiverde para dejar salir al delantero argentino, uno de los principales activos de la plantilla y uno de los futbolistas más importantes para lograr la permanencia durante las dos últimas temporadas.
El club que dirige Christian Bragarnikestá dispuesto a no exigir la cláusula de rescisión de Boyé, que asciende a 25 millones de euros, pero ha rechazado la propuesta de 10 millones de euros más tres en variables que ha trasladado su representante a la entidad. El Elche podría aceptar variables por rendimiento y objetivos, pero no dará el visto bueno a su venta por una cifra que difiera en exceso de esas cantidades.
Lucas Boyé, que estuvo ayer en el estadio Martínez Valero, está preparado para entrenarse mañana por la tarde en la vuelta al trabajo de su equipo. El de San Gregorio es muy feliz en el club, donde ha recibido un cariño merecido por parte de la grada, y no desea forzar su situación. Su representante es quien ha trasladado la oferta y él está abierto a mejorar en su carrera, pero tampoco quiere hacerle ningún feo al Elche ni a sus seguidores.
Ahora dependerá de que puedan entenderse los clubes para poder llegar a un acuerdo mientras Boyé sigue tratando de centrarse en trabajar y, de momento, pensar en el partido del domingo ante el Villarreal. El rendimiento de Boyé está fuera de toda duda, pese a las críticas que se produjeron con su fichaje. Ha marcado 14 goles en Primera en 58 partidos (54 como titular). No sólo destaca por sus estadísticas, sino también por su capacidad de trabajo, asistencias, calidad técnica y juego de espaldas a la portería. Todo esto le valió, la pasada temporada, para debutar con la selección argentina.
Una lesión en el aductor derecho le dejó fuera en la recta final de la pasada temporada, aunque ya está recuperado y sólo precisa de algunos partidos más para afinar su punto de forma. Si no sale traspasado, el domingo apunta como titular ante el Villarreal. El fichaje de Lucas Boyé fue una apuesta personal de Christian Bragarnik hace dos veranos, cedido del Torino, y el año pasado lo compró en propiedad por 2,5 millones de euros, por lo que en caso de obtener 20 kilos por su traspaso el rendimiento deportivo y económico de esta operación sería la más destacada de la historia del Elche.