El Ayuntamiento de Elche ha retomado este año el tradicional envío de palmas blancas del Domingo de Ramos para obsequiar al Papa Francisco, los Reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la Generalitat, Ximo Puig. También a otras autoridades como al obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, tras la suspensión del año pasado por la pandemia.
Así lo ha señalado el alcalde Carlos González durante su visita al taller de palma blanca de la familia Serrano Valero, donde ha afirmado que "pese a la difícil situación" no se ha querido dejar de cumplir "con la tradición".
En esta ocasión, y a diferencia de años anteriores, se enviarán palmas lisas al Papa Francisco; a Felipe VI; a los presidentes Sánchez y Puig, además del obispo de Menorca, el ilicitano Francisco Conesa, y el alcalde de Jaca (Huesca), ciudad hermanada con Elche, Juan Manuel Ramón Ipas.
Por su parte, la reina Letizia recibirá una palma de artesanía, la única rizada de gran tamaño que se ha podido conservar en buen estado del año 2020, ejercicio en el que el envío de las palmas blancas se tuvo que cancelar con motivo del estado de alarma decretado por la pandemia del covid-19.
González ha destacado la importancia de “una tradición única en el mundo”, transmitida de padres a hijos durante generaciones y que en la actualidad realiza un pequeño grupo de familias en Elche.
Llamamiento y ayudas al sector
Por otro lado, el alcalde de Elche ha incidido en que el ayuntamiento va a apoyar por segundo año consecutivo al sector de la palma blanca con ayudas directas de 100.000 euros para paliar las graves consecuencias económicas ocasionadas por la cancelación de la Semana Santa debido a la pandemia.
Además, ha invitado a los ilicitanos a comprar palmas blancas y colgarlas en sus balcones y ventanas con el objetivo de "conservar viva" esta tradición y dar un "impulso económico" a este sector.
La palma blanca es fruto de un trabajo de artesanía único en el mundo que se realiza en Elche, donde hay una docena de talleres que trabajan en la elaboración, que requiere de un proceso de conservación de la palmera y posteriormente de las palmas para conseguir el singular color amarillo que permite su trenzado y lucirla en el Domingo de Ramos, fiesta de Interés Turístico Internacional.