La reforma del área del intercambiador de autobuses del centro de Elche, ubicado entre la avenida de la Comunitat Valenciana y la calle Doctor Caro, va conllevar la peatonalización de la calle Alfredo Llopis en su tramo entre Doctor Caro y Blas Valero.
El proyecto, que cuenta con un plazo de ejecución de seis meses, va a contar con un presupuesto de casi un millón de euros, concretamente de 974.00 euros.
Así lo avanzado hoy Esther Díez, concejala de Movilidad, durante la presentación de un proyecto que va a afectar a más de 4600 metros cuadrados de superficie, renovándose las marquesinas que hay en la actualidad, tanto en la avenida Comunitat Valenciana como en la calle Doctor Caro. También se proyecta crear una pérgola central en esa área y generar distintas zonas ajardinadas e incluso una estación de BiciElx.
La caseta de autobuses urbanos, que en la actualidad está ubicada en el primer tramo de la calle Alfredo Llopis, será trasladada a la nueva zona resultante de la peatonalización del tramo de esa vía comprendido entre las calles Doctor Caro y Blas Valero.
Esther Díez ha considerado necesaria la actuación que se ha proyectado teniendo en cuenta que ese intercambiador es usado cada día por 450 autobuses y, en sus condiciones actuales, genera problemas en el tránsito de peatones y espera de la llegada del transporte público.
Respuestas del siglo XXI a las necesidades de la ciudad
“Este proyecto es una muestra más de la apuesta del ayuntamiento por favorecer el uso del autobús urbano, algo que va aparejado a la introducción de autobuses híbridos y eléctricos el año que viene, a la remodelación de las líneas y creación de una nueva y al pago con móvil”, ha afirmado Esther Diez que ha recordado que “este será el segundo intercambiador que se reforma en la ciudad, después del del Hospital General, que comenzó a funcionar a finales de 2020”.
Díez ha apostillado que “lo que pretendemos desde la Concejalía de Movilidad es dar respuestas del siglo XXI a las necesidades del Elche actual; se trata de lograr una verdadera transformación urbana en base a criterios sociales, ambientales y de movilidad sostenible”.
“Hay que dejar de pensar la movilidad como algo estrictamente de los coches para que la ciudadanía tenga libertad de escoger los modos de transporte que prefiera”, ha concluido Esther Díez.