Un estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche concluye que nueve de cada diez padres y madres piden que la clasificación de riesgo de los videojuegos sea obligatoria.
Ha sido realizado por la Cátedra de Brecha Digital y Buen Uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación de la UMH ilicitana.
Entre otras conclusiones el análisis destaca que el 90% de los padres y madres están de acuerdo con que la clasificación de riesgo de los videojuegos debe tener en cuenta la existencia de técnicas manipuladoras que buscan que el jugador se mantenga jugando a pesar del posible perjuicio que le pudiera causar. Además, en cuanto a la incorporación de sistemas de monetización por compras directas o de cajas de botín (sistemas de sorteo similares a los juegos de azar), prácticamente la totalidad de madres y padres que han participado en el estudio solicitan que queden reflejados en la etiqueta y más del 88% está de acuerdo en que la venta de videojuegos a menores debe estar condicionada por su clasificación de riesgo, de manera que se deba verificar la edad del comprador.
En relación con el control del tiempo de juego, ocho de cada diez madres y padres reclaman que la ley requiera que los videojuegos incorporen por defecto un sistema que permita monitorear el tiempo de juego.
A tenor de los resultados revelados por el estudio de la UMH de Elche se recomienda que todos los videojuegos obligatoriamente muestren su posición en una clasificación de riesgo y que la venta debería estar regulada en función de la clasificación y de la edad.