El Granada quiere apretar todo lo que esté a su alcance para cerrar la compra de Lucas Boyé. Pese a que la negociación está muy avanzada, todavía no está cerrada y el conjunto nazarí trata de ajustar el precio para que pueda entrar en los parámetros disponibles de su control económico.
El Elche quiere que el global se redondee en diez millones de euros, proponiendo ocho millones de fijo y dos en variables, pero Nico Rodríguez, ex del Elche y ahora director deportivo de los andaluces, quiere compartir el porcentaje de los derechos económicos de Boyé para atenuar la cara en su límite salarial y así poder terminar de armar su plantilla.
La última propuesta del Granada, como ha informado Ideal, asciende a seis millones de euros por el 60% de sus derechos económicos. Sin embargo, esa propuesta ha sido rechazada y la operación no avanzará en esos términos. El Elche, sabedor de la intención del jugador de seguir en Primera y de las limitaciones del Granada, está dispuesto a bajar a siete millones de fijo por el 70% más dos en variables por permanencia, goles y partidos disputados que, a efectos de control, le seguirían computando al Granada al ser objetivos condicionados a seguir en Primera.
Además, el Elche quiere incluir en la operación una cláusula para que en caso de que llegue una propuesta de diez millones de euros el Granada esté obligado a vender o bien a recomprarle a los franjiverdes ese porcentaje restante hasta redondear la cifra a los diez millones solicitados y quedarse con el 100% del futbolista. Ahora la pelota está en el tejado del Granada. El Elche no tiene necesidad de vender y sí de quedarse al delantero, su jugador franquicia, aunque está dispuesto a ceder en la operación siempre que sea en los parámetros marcados.
En los últimos días del mercado también han aparecido otros equipos interesados que, tanto en LaLiga como en el fútbol europeo, buscan un delantero centro de garantías. El Elche mantiene la calma mientras, de forma paralela, sigue buscando alternativas en el mercado.
