La Guardia Civil ha desmantelado en Elche un desguace ilegal de vehículos cuyo propietario está acusado de adquirir coches destinados a su baja definitiva y desmontarlos de forma irregular para vender posteriormente las piezas como si fueran repuestos de segunda mano desde un establecimiento que para ese cometido tiene en la ciudad.
El desguace estaba en una parcela ubicada en una pedanía en la que había vehículos estacionados en un evidente estado de abandono, estando algunos de ellos siniestrados, y otros semi desguazados. En la instalación también había numerosas piezas sueltas.
Todo levantó las sospechas de la Guardia Civil que, a través de su unidad del Seprona, inició una investigación para verificar la procedencia y el destino de esas piezas.
En la inspección de la finca, los agentes encontraron un almacén de 350 metros cuadrados de superficie lleno de piezas de vehículos a motor como puertas, asientos, motores y sistemas eléctricos. También hallaron residuos peligrosos tales como aceite de motor usado, líquido anticongelante y similares, y baterías usadas, entre otros, sin mantener las condiciones adecuadas para la gestión de este tipo de residuos.
El local, que no poseía autorización, tampoco presentaba las medidas necesarias para preservar la seguridad en la realización de la actividad.
Siguiendo la pista del origen y trazabilidad de los residuos localizados se averiguó que el dueño de la instalación es también propietario de un comercio minorista de compra y venta de recambios de segunda mano, situado en la ciudad de Elche.
El identificado formalizaba la compra de vehículos usados con la finalidad de darlos de baja, o bien, obtenía por parte de sus propietarios un documento de representación para realizar este trámite, y entregarlos a un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT) de vehículos al final de su vida útil. Sin embargo, los trasladaba a la parcela, dónde él mismo los despiezaba.
Los agentes del Seprona han puesto en conocimiento del Ayuntamiento de Elche, la Consellería de Industria y la de Medio Ambiente las irregularidades observadas.
Para el propietario de la finca y el establecimiento de venta de repuestos, que es un hombre de 37 años y nacionalidad española, se ha propuesto incoar nueve infracciones en base a las normativas que regulan la materia urbanística, las actividades clasificadas, la gestión de residuos, y la seguridad industrial y sectorial.
Desde la Guardia Civil se ha destacado que “toda actividad destinada a la gestión de vehículos al final de su vida útil, ya sea de almacenamiento, despiece o descontaminación, con fines de reciclaje, y no de reparación del propio vehículo, debe ser realizado por los CAT”. “Los residuos deben ser reciclados por un gestor autorizado que garantice su descontaminación, y en su caso, la idoneidad de las piezas como recambio de segunda mano, cuando sea clasificado como apto para su comercialización”, concluye el comunicado del instituto armado.