Una operación desplegada en Santa Pola conjuntamente por la Guardia Civil y la Policía Nacional que ha permitido interceptar casi cinco toneladas de hachís. Había llegado al puerto deportivo de la villa marinera en un yate con bandera británica desde el que tres personas estaban descargando los fardos con el hachís a una furgoneta.
Pese a que esas tres personas trataron de huir, fueron interceptadas por los agentes integrantes del dispositivo desplegado y uno de los arrestados aseguró entonces que había una segunda furgoneta preparada para cargar el resto de la droga.
En el interior de la furgoneta se encontraron 74 fardos de hachís de unos 38 kilos cada uno y posteriormente, tras obtener la orden judicial para inspeccionar el yate, se localizaron 52 fardos más (dos en la cubierta, tres en la parte inferior y 47 en las habitaciones), así como cuatro teléfonos móviles de alta gama, un teléfono satelital, dos juegos de llaves y distinta documentación.
El total del alijo de hachís ha sido de casi 5000 kilos.
En una de las furgonetas intervenidas se encontró también una bandolera con documentación de una cuarta persona que fue identificada como uno de los que emprendieron la huida. Al día siguiente, esa cuarta persona se personó en la comandancia de la Guardia Civil de una localidad de Castellón, procediendo los agentes a su detención por un presunto delito contra la salud pública.
Las cinco toneladas de hachís intervenidas en Santa Pola se suman a otro alijo de idénticas características incautado por agentes de la Policía Local de Elche hace tan sólo unas semanas en dos furgonetas en la pedanía de Valverde de Elche y por la Guardia Civil un día después en la playa ilicitana del Pinet a raíz de la operación iniciada por la policía local.
