El sector calzado ha recibido el inicio de la guerra en Rusia-Ucrania con “preocupación” por las consecuencias directas que va a provocar en el mercado ruso y los efectos “imprevisibles” e indirectos que puede arrastrar en los mercados internacionales.
Rusia ocupa el puesto 12 de los países compradores de calzado español y durante la pandemia ha sido el mercado del sector que mejor comportamiento ha experimentado.
En los primeros once meses del pasado año, las exportaciones a Rusia de las empresas españolas de calzado ascendieron a 37,5 millones de euros, lo que representa un 15% más que las cifras registradas en el mismo periodo de 2020 e idéntico índice de crecimiento respecto a enero-noviembre de 2019, último año que se desarrolló sin la presencia de la covid-19.
En Ucrania las exportaciones de calzado en 2021 se situaron en 5,1 millones de euros, destacando también que fue un mercado para las empresas zapateras que presentaba también una tendencia al alza. Así, respecto a 2020, las ventas de zapatos habían crecido un 27% y en comparación con 2019 en un 3%.
La misma percepción y temores expresados desde Avecal los comparte el sector de componentes para el calzado, cuyo director general Álvaro Sánchez ha confirmado que las primeras consecuencias del conflicto bélico para las empresas españolas del sector, a modo de cancelación de pedidos.
El incremento de los precios en general es otro de los efectos que se temen en el conjunto de los sectores productivos. No en vano, se prevé que se pueda producir una subida inflacionista sin precedentes y desde el sector calzado y los componentes para el calzado, sus agentes temen que el conflicto bélico puede afectar gravemente a la fabricación y a la industria en general por la subida de la luz, el petróleo, el gas y de los combustibles.