El Hospital General Universitario de Elche realiza cada año pruebas a alrededor de 600 pacientes en los que se sospecha que sufren disfagia. El área de Enfermería realiza 530 en la planta de Neurología, y en las consultas de Neurología, Endocrinología y Medicina Interna se llevan a cabo 65 más.
La disfagia es la sensación de dificultad de paso del alimento desde la boca hasta el estómago y cualquier anomalía en cualquiera de las fases de la deglución puede ocasionarla.
Ese problema, que afecta aproximadamente a dos millones de personas en España, se hace más prevalente con la edad. Así, según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, afecta a entre un 10 y un 30 % de las personas mayores de 65 años y al 82 % de más de 80.
Los pacientes con enfermedades neurodegenerativas, enfermedades cerebrovasculares y los ancianos frágiles constituyen los colectivos más vulnerables para padecer disfagia.
En este sentido, Gloria González, jefa de Servicio de Neurología del Hospital General ilicitano ha explicado que existen datos sobre disfagia orofaríngea en diferentes enfermedades neurológicas:. "Puede afectar al 30 % de los pacientes que han tenido un accidente cerebrovascular, a entre el 52 y 82 % de los quienes sufren párkinson, al 60 % como síntoma inicial de una Enfermedad Lateral Amiotrófica, al 40 % de los pacientes con 'miastenia gravis', al 44 % de las esclerosis múltiples, al 84 % de los pacientes con alzhéimer y a entre el 25 y 42 % tras un traumatismo craneoencefálico.
Síntomas
Con motivo del Día Mundial de la Disfagia, que se ha conmemorado esta semana, profesionales de consultas del centro hospitalario han participado en mesas informativas, carteles y vídeos destinados a la ciudadanía, con consejos sobre cómo prevenirla y facilitar la deglución en pacientes afectados.
“Los principales síntomas que hacen sospechar que un paciente tiene un problema de disfagia son situaciones como que la persona tose mucho durante las comidas, en ocasiones se atraganta ante determinadas consistencias, realiza degluciones fraccionadas y se le quedan residuos en la boca", ha explicado Inés Sánchez, enfermera de la consulta de Neurología del Hospital General Universitario de Elche que también ha apuntado que “a veces el paciente tiene la sensación de que se le atasca la comida y ha de carraspear, le cambia la voz después de beber líquidos, tiene un babeo excesivo o un cierre inadecuado de la boca o los labios.” “También nos orienta a una sospecha cuando tiene neumonías o infecciones respiratorias de repetición", ha precisado Sánchez que ha incidido en que la deglución "puede tener gran impacto en el desarrollo y en la calidad de vida, y puede llegar a ser responsable de consecuencias nutricionales o complicaciones graves como el paso del alimento a la vía respiratoria, es decir, una situación similar a una broncoaspiración, que ocasiona frecuentes infecciones respiratorias y neumonías, con efectos muy graves para la salud".
Guía para pacientes y cuidadores
El Hospital General Universitario de Elche cuenta con una guía para pacientes y cuidadores con disfagia, denominada 'Vivir con disfagia tras un ictus', que ofrece información sobre la deglución, la enfermedad que y sus principales signos o complicaciones, así como los tipos de disfagia que hay descritos.
Esa guía también recoge buenas prácticas en las comidas, información sobre productos de apoyo durante la alimentación, tratamiento de la disfagia orofaríngea, recomendaciones de ejercicios, métodos de alimentación alternativos (la conocida como nutrición artificial) y aporta un menú y recetas.