Acabadas las vacaciones, el regreso a la rutina puede resultar duro, pero ha de ser un proceso en el que no dejar de prestar atención a nuestra salud mental, ya que repercute en nuestro bienestar general. En este sentido Leticia Baeza, psicóloga del Hospital Universitario del Vinalopó, da recomendaciones importantes de cara a cuidarnos en este momento del año.
El final del verano genera un estrés característico, que puede manifestarse con sensaciones de apatía o ansiedad que generan sentimientos de tristeza en tanto que nos intentamos adaptar, de nuevo, a la vida laboral. Baeza apunta a que la transición de la vuelta al trabajo "puede agobiar a muchas personas" y "es fundamental reconocer estos sentimientos y abordarlos de manera proactiva".
En este sentido, afirma que volver al trabajo de manera acelerada "puede ser contraproducente" y que se debe optar por organizar prioridades para así tener una adaptación más suave y menos estresante. La psicóloga también subraya el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, como disfrutar de aficiones personales o hacer ejercicio como una importante herramienta para mantener una mentalidad positiva.
Otros puntos vitales en los que poner el foco son una alimentación equilibrada y un descanso adecuado, así como "reconocer el estrés o la ansiedad" y saber que "buscar apoyo profesional en esos momentos no es sinónimo de debilidad, si no de fortaleza", apunta Leticia Baeza.