Fran Espinosa, graduado en Comunicación Audiovisual y Periodismo:
¿Qué diferencias encuentra en la relación con los medios, aquí en España, en comparación con la que se establece en otros países donde ha entrenado?
Hay una matriz común de exigencia. Es parte del juego y de la profesión, aunque no lo comparto y me cuesta aceptarlo. Entiendo que es así y no aspiro a cambiarlo ni a modificarlo. Trato de centrarme en lo importante y lo valioso: la vocación de servicio, la formación de los futbolistas, que los jugadores crezcan, conectar con la gente del lugar... El estímulo va al resultado y no al camino. Eres muy condenado si el resultado no prospera.
Eva Martín-Moreno Jiménez, profesional de Amaltea:
¿Qué piensa acerca de las preguntas de los periodistas durante las ruedas de prensa? ¿Son diversas y completas, o le gustaría que le preguntasen por alguna cosa distinta para trasmitir otras cosas, valores o enfoques como entrenador de Elche CF
Sí, puede ser que algunas preguntas se repitan, pero también es cierto que los periodistas aquí sólo tienen dos rondas y puede que se queden con las ganas de preguntar otras cosas. En Elche, aunque no son muchos los que vienen a las conferencias, sí hay mucha diversidad en los perfiles: hay veteranos con muchos años de dominio de la profesión, otros más jóvenes, los que destacan los valores, los que se centran en las polémicas o en buscar la información, otros apuntan a aspectos del juego o los que son resultadistas… Al margen de eso, los entrenadores contestamos lo que queremos responder. Me gusta mucho cuando Pepe (Morago) me pregunta por los valores.
¿Cuáles son las diferencias entre el fútbol español y el argentino?
El fútbol tiene algo universal que es lo que tiene que ver con un campo de juego. Cada lugar tiene su cultura. Es muy marcado cómo futbolistas pueden adaptarse a este juego. En Argentina hay muchos recursos, competitividad y talento. Allí el fútbol es más salvaje, uno lucha, dispara, corre, traba o fricciona, con una preponderancia muy marcada. Dicen que a los sudamericanos les cuesta adaptarse a este fútbol, pero también recuerdo cómo Maxi Rodríguez volvió a Newell's y le costó seis meses adaptarse al fútbol en el que él nació.
Pablo Rodes Mira, 1º de Comunicación Audiovisual y Periodismo:
¿Qué características debe tener un buen periodista?
Me gustaría, como en todo ámbito, que haya gente noble, transparente, que siga su sentir con la crítica y el juicio constructivo por lo que observa y analiza, desde un lugar sano. No siempre buscando la disputa, el conflicto, la pelea… Que no se piense que si digo esto, gano mil seguidores. No emitir un análisis para sentirse aprobado o conseguir más seguidores. Esa prisa te puede llevar a tomar un atajo. Creo en la profesionalidad, en la honestidad y en los valores humanos. Un buen periodista debe desarrollar un juicio desde el análisis que nos haga pensar y reflexionar. No se debe perder la integridad que le llevó a elegir esta profesión.
¿Cómo gestiona en un vestuario la importancia que le puede dar un futbolista a las críticas que recibe?
Es algo muy relacionado al sistema que prepondera. El futbolista consume mucho lo que pasa a su alrededor por las redes sociales. Se debe trabajar con un futbolista, que es un adolescente con mucha exposición, que muchas cosas de las que le pasan no forman parte del mundo real y que no son tan importantes, ni para bien ni para mal. En 2012 aprendí de un jugador que se cerró las redes sociales porque tenía cien mensajes buenos y me decía que el malo era el que le hacía daño. Si uno desarrolla su temple y hacia dónde quiere ir, no tiene que influenciarte eso. Es un camino largo que hay que transitar, pasando por golpes y aprendizajes. Gasto la energía donde creo más conveniente para invitarles a lograr desafíos y metas para que progresen y sean mejores; para comprenderles o escucharles… Hay mucho trabajo dentro para estar muy pendiente de lo que sucede fuera, en ese espacio de las redes sociales.
Yago Xavier Sempere Escribano, 1º de Comunicación Audiovisual y Periodismo:
¿Cómo debería encarar un periodista una entrevista para hacerle sentir cómodo y poder responder con naturalidad?
Lo más genuino es todo lo que tiene que ver con la naturalidad y eso suaviza mucho. La rigidez o la tensión de las emociones se transmiten y te priva de estar escuchando una respuesta de la que se pueden disparar nuevas preguntas e interrogantes. Sólo preguntar y preguntar, siguiendo algo preparado, te lleva al carril. Me gusta que quien me interroga me esté escuchando para armar una conversación natural porque si no, le quita frescura. Las sugerencias hay que saber aprovecharlas. El profesional, muchas veces, está más pendiente de escucharse y de cómo dice las cosas, que de lo que se responde y puede servirle para preguntar algo muy interesante. Se pierde mucho queriendo hablar demasiado; deberíamos escuchar más de lo que hablamos. Por eso tenemos dos orejas y una sólo boca.
¿Cómo gestiona que cuando todo va bien la prensa se suba al barco y, por el contrario, cuando va mal todo sean críticas?
No diferencio porque sé que todo es cuestión de tiempo. A veces las cosas se dan y a veces, no. Hay un juicio natural sobre alguien que hace cosas. Me ha tocado vivir muchas transformaciones de gente que vive una situación y te lo dice; y gente que siempre está en el mismo espacio de la crítica. Todo es bueno y hay que aceptarlo. Aquello que sea exclusión o maltrato no lo compro; la opinión, sí. Si no estoy de acuerdo, lo hago saber con respeto y argumentos.
Juan Carlos Romero, 4º de Periodismo:
¿Cree que la prensa, los periodistas o los aficionados han sido muy injustos con usted y con el rendimiento del equipo al inicio de temporada cuando realmente el juego del Elche no dista mucho del actual, y quizá lo único que hacía falta era una pizca de suerte a la hora de finalizar las jugadas?
El sistema es así. Puedes hacer muchas cosas bien, pero no ganar provoca una energía negativa. El triunfo hace que cosas no consolidadas parezcan que están en el camino correcto. Hay procesos de maduración que tienen que ver con la naturaleza, como plantar una semilla. Que crezca el árbol lleva tiempo. Las relaciones humanas son lo mismo. Uno lo recuerda en la sala de prensa y parece que demanda más tiempo. Tanto en Primera como en Segunda División hemos conseguido, en un tiempo récord, una idea muy marcada de principio a fin; sin embargo, el destino de los resultados podría haberme hecho no seguir aquí si no llega a ser por aquel gol final ante el Andorra. Uno se cansa y se desgasta a veces, lo que te lleva a pensar en hacerte a un lado; pero la fuerza de los resultados te hace crecer. No es un trabajo fácil. Yo fui criado en la entrega y el compromiso.
Es importante identificar por parte de un periodista cuáles son los patrones de conducta que se están desarrollando en un proceso más allá de un resultado. Debes sentir si se va o no en crecimiento. Siempre hemos estado unidos a pesar de las adversidades que se han dado; nunca se perdió la forma de jugar. Aún no hemos conseguido nada, pero estamos en el camino. Tenemos a un extremo nato como Josan que está jugando muy bien de lateral; a dos laterales, Clerc y Mario Gaspar, que lo hacen genial de centrales, llegando a medio campo; a un lateral izquierdo, Nico Fernández, que juega de extremo derecho… Y el año pasado los cambios con Omar, Gerard… Se han conseguido un montón de aspectos positivos. Como entrenador, eso es conseguir muchas cosas, pero para lograrlo hay que convencer al futbolista, idearlo y estimularlo, porque el camino lo hace él, no el entrenador. Salir del espacio de comodidad es bueno. Y en el vestuario del Elche siempre encontré respuestas positivas y abiertas al camino; eso es muy valioso y me gusta destacar la valentía. En Gijón, puse a cada uno en su puesto y perdimos en el peor partido de la temporada. Hay que buscar la creatividad para ser protagonista y arriesgar. También entrenamos estar encerrados, pero la mayor parte del trabajo tiene que ver con asumir riesgos.
Sergio Lozano Moral, 1º de Periodismo:
Por cómo comunica, ¿alguna pensó en ser periodista?
Nunca. Pensé que quería ser veterinario, pero veía una aguja y me asustaba. Quise ser futbolista, aunque no era bueno. Estudié y me formé en en mi casa y en mi barrio; siempre quise ser entrenador. Tuve algo de fortuna también por la gente con la que me encontré. Luché contra patrones limitantes ya que, en 1998 (cuando tenía 18 años), si no habías sido un gran jugador tenías difícil acceder a los banquillos. El fútbol nos enseña muchísimo. Sueñas una noche, la preparas todo con tanto amor, y luego puede que no te salga.
Daniel Panizo Quesada 1° de Comunicación Audiovisual y Periodismo:
¿Qué opinión tiene acerca de los periodistas o medios de comunicación que atacan o quieren desacreditar a futbolistas o entrenadores por una pequeña mala racha, buscando influir de alguna forma en la decisión para quitarlos de su puesto?
Sucede, pero sé que nada es personal. En México había un entrenador muy criticado y después de que le echaran se encontró con esos medios dominantes. Entonces les preguntó por qué ese trato tan malo. La respuesta fue “no era contra vos, sino contra el que estaba en ese cargo de arriba”. A veces se debaten cosas que se desvanecen al segundo. Con el tiempo aprendí a no tomar las cosas como personales. Cada uno elige el lugar en el que se quiere posicionar.
Fernando García, 1º de Periodismo:
¿Cuál es su relación con los periodistas? ¿Le han sacado muchos titulares de contexto?
La relación es buena por mi parte, muy abierta. Nos presentamos el primer día, congeniamos. En las conferencias siempre he salido puntual, menos el primer día... Me he cruzado con alguno de ellos por la calle, con sus hijos y sus familias, y sé de sus valores. También hubo quien me dijo la temporada pasada que lo que se hacía conmigo desde el entorno era una carnicería. Trato de respetar el espacio, ser cordial y decir buenas cosas cuando toca. Los medios son un canal para llegar a la gente, yo no tengo que entrar en lo personal con ellos, sino transmitir mi mensaje. Son siete horas en su ‘tira’ (programa de radio) contra media hora mía en la conferencia. Y ese espacio debo direccionarlo. No lo planifico, sólo digo lo que siento. Por ejemplo, no me he preparado para hablar con ustedes. Simplemente se da este espacio de complicidad. Si estoy suelto y liviano, expreso lo que llevo dentro sin tener la aspiración de agradar al resto porque puedes gustar a unos, pero no a todos. A mí me pasa en mi vida lo mismo que a ti, porque soy humano. El nivel de exposición se dimensiona, pero lo llevo bien.
Kyra Noguera Mayans, 1º de Periodismo:
En relación a los medios de comunicación, en las ruedas de prensa casi siempre son las mismas preguntas (próximos partidos, jugadores...). En el momento que le hacen una pregunta, diferente o no, ¿cómo gestiona esa pregunta para que llegue bien a lo que quiere transmitir y que no puedan sacar de contexto su respuesta?
Me dejo guiar por mi instinto y hacia donde van mis emociones; que lo que diga sea creíble. Si quiero convencer a los futbolistas o a alguien que me escucha, debo ser muy honesto. Si digo cosas por conveniencia, un día una cosa y luego otra diferente, voy perdiendo credibilidad. Uno va evolucionando, siguiendo esa esencia. Con la línea que separa coherencia y acción hay que ser cuidadosos para no dañar al ser humano, no por el qué dirán; los futbolistas y los técnicos no somos superhéroes, sino personas. Trato de bajarlo del potro a lo horizontal. Por esa exposición extrema admiro lo que hacen los futbolistas, ya que yo no fui capaz conseguirlo. Yo aprendo muchísimo del grupo. Eso me permite conocerme a mí, es un aprendizaje que te lleva toda la vida.
Javier Lorente, 1º de Periodismo:
¿Recuerda alguna rueda de prensa con una presión especial?
La presión es diaria y muy vinculada a lo que instala el medio, que son los resultados. Si no, no puedes continuar. No está vinculada a una rueda de prensa, sino al sistema que es el punto central. Si no rindes, te tienes que ir porque no sirves. Hay que saber vivir con la presión de los resultados. Uno trabaja para que el futbolista dé lo mejor de sí. Intento ver lo positivo en aquello que alguien puede ver como negativo. A mí esa presión me hace trabajar más aún, si se puede.
Pablo Sainz-Pardo, director de @ThisisHercules:
¿Le hubiese gustado vivir en la Copa del Rey un derbi entre Elche y Hércules?
El clásico hubiese sido otra presión más. Siempre es lindo vivirlo por lo que demanda. Ya lo disfrutamos en Elda, aunque sé que no es lo mismo. Fue un clima donde se traslada ese sentimiento de rivalidad que aquí se vive bien; en Rosario, de donde yo vengo, con Newell's y Central, se vive muy mal, en los extremos. Me ha gustado esta experiencia. Sé lo que representa esa rivalidad y sé lo que es esa plaza. Me crucé con dos personas de Alicante que van a ver al Hércules y me contaron esa rivalidad. En Elche y Alicante cuentan con ese sentimiento de identidad y eso es lindo: defender el espacio que forma parte de uno.
¿Es diferente el trabajo del entrenador en un club como Independiente, máximo campeón de la Libertadores, que en otro equipo con menor presión mediática?
He estado en lugares de mucho trasfondo, como Universidad Católica, Racing de Avellaneda, Independiente... donde la dimensión mediática es mayor. Yo soy un obsesivo y mi trabajo lo hago como si estuviese en el Milan; no distingo entre colores o historias. Todo es posible según lo que te comprometas. Lo respeto, pero no me limita. Me fui de Independiente por resultados. A veces conectas y disfrutas; otras experiencias son procesos de no realización. Lo particular no me condiciona la historia, creo mucho en el presente para buscar un mejor futuro.
Lía Béquet García, 3º de Periodismo:
¿Cómo afecta lo que sale en los medios de comunicación a los jugadores? ¿Es algo que se comenta en el vestuario o en los entrenamientos?
El futbolista está en las redes y siempre está consumiendo lo que se dice de él. Unos están más pendientes que otros. Sentir el cariño da un plus, pero para sentirlo fuera debes tenerlo dentro; para que ese impacto no haga tanto daño, creo mucho en las relaciones de padre-madre-hijo, o con los abuelos, hay muchas cosas que arrastramos y hay que dar trabajo a eso. Cuando encuentran el disfrute no están tan pendientes de lo que pasa fuera. Nos acerca que nos quieran, pero Bielsa afirma que el éxito puede ser un gran impostor porque dicen cosas buenas de ti y no te conocen. ¿Todas las cosas buenas son reales? Uno se puede volver más tonto en el éxito. De repetirlo, te lo terminas creyendo y confundiendo. El elogio exagerado y desmedido se debe tratar con mucha prudencia. Creo en los golpes. A mí me ha tocado el éxito momentáneo y prestado, pero hay que saber comportarse. La humildad es clave y el éxito te vuelve arrogante y soberbio. Debemos tener cuidado con eso.
La humildad es clave; el éxito te puede volver arrogante y soberbio
Alicia Núñez, 4º de Periodismo:
En relación a lo que ha comentado sobre lo malo que puede ser para uno mismo creerse el mejor, teniendo en cuenta que tanto en el fútbol como en el periodismo hay mucho ego, ¿cómo gestiona que el éxito no afecte a su vida personal? ¿Tiene costumbre de ir al psicólogo?
Lo gestiono como puedo. Trato de aferrarme a mi señora y a mis dos hijas, a mis amigos de toda la vida. Trato de quitarme ese corsé. Tengo algo de timidez, pero siempre hasta ahora duermo tranquilo, con la conciencia de que me involucro más de lo que puedo y me exijo mucho, algo que quizá también deba corregir. La terapia me parece algo válido. Tengo mis días y momentos, como todos. No leo porque no tengo paciencia, soy más de escuchar. Creo en la transparencia y en la nobleza; con el tiempo he aprendido que todo lo que hago tiene que ver con mis hijas y trato de no equivocarme porque sé del cariño incondicional que me tienen, pero sé también que estamos expuestos y un error puede generar en ellas alguna incomodidad. Mi familia me ayuda a ser mejor persona.
Alejandro Mosalve Poggio, 1º de Periodismo:
¿Piensa, en ocasiones, que los periodistas son injustos o hipócritas por sus cambios en función de los resultados?
No hay que ser oportunistas o convenencieros en el análisis. La opinión luego se debe sostener. Se nos exige un comportamiento, una conducta, en diferentes lugares. No está mal cambiar de parecer, pero cuando es continuo siempre con lo mismo, ¿cómo puede ser eso? Merece un poco más de reflexión. Hay un entorno que se ve afectado. ¿La palabra injusticia? No sé qué es justo. Creo en la crítica constructiva. Todas las opiniones son muy validas. Leganés y Eibar son muy distintos, pero ambos estilos son válidos, por eso están arriba. Mejor decir lo que se ve que lo que se siente. Debemos ir hacia lo que sentimos y ustedes desarrollarlo, como periodistas, con la libertad. Me gusta la libertad de expresión como un bien muy preciado. Sin embargo, hay medios dominantes que bajan líneas y condicionan las opiniones ajenas. Por ser más escuchados, se toman atajos y ahí nos equivocamos con la disciplina o el trabajo. Destruir es muy sencillo. Uno dice algo mal y arruina dos años de trabajo de poner cuerpo y alma. La opinión perversa sólo hace daño. Ahora, cualquiera tiene muchos canales para expresar o percibir. Lo bonito es tener la libertad sin que te obliguen, eso no tiene precio.
Pablo Gigena Martínez, de 1º de Periodismo:
¿Qué es lo que ha cambiado para que, después de tener un inicio que quizá no fue el que deseaban o esperaban, ahora el Elche lleve siete partidos sin perder?
Son procesos que se van dando. Había herramientas que fueron preparando, gente que salió a última hora porque eligió estar en Primera División; otros que llegaron con una pretemporada sin hacer. Hay que analizarlo todo en ese contexto. Si nos llevó cinco partidos en Primera, en Segunda también ha sido más o menos lo mismo. Fuimos de menos a más. El juego nos hacía pensar que no estábamos tan mal. Los resultados fuera de casa, sin embargo, no llegaban. Logramos ganar dos partidos seguidos después de 18 meses sin hacerlo. Cambiar todo eso lleva mucho tiempo y gasta mucha energía. Cuando vencimos al Villarreal B no nos dio tiempo ni a festejarlo; ahora, bailamos, saltamos y disfrutamos con la gente. Las cosas llevan su tiempo y a veces se dan o no se dan, pero sabemos qué camino debemos transitar. Este es un equipo de autor, como dijo Monserrate en la última conferencia, en lo bueno y en lo malo. No obstante, no hay aún nada consolidado. Esto es semana a semana. Hay un clima más favorable, pero si se da otro mal resultado, se vuelve otra vez al revés. Sabemos cómo transitar por lo adverso y por lo colectivo para resolverlo y aceptarlo.
Raúl González, aficionado al periodismo:
Ha comentado que el vínculo que mantiene con el jugador es muy importante. ¿Cómo prepara al jugador ante cualquier comentario u opinión de un periodista?
Grupalmente nunca hablamos de lo que pasa en la prensa; sólo nos centramos en el equipo, en el rival, en escuchar al jugador, en desafiar al que no está en su mejor momento o en proponer cosas nuevas. Me llegan cosas, sería mentir si no lo dijese. No sé ni los horarios de la ‘tira’ de cada radio, nunca escuché un programa porque correría el riesgo de perderme. Mi energía se centra en que mi equipo funcione ante lo que tiene enfrente. Quizá otro entrenador sí, pero yo no tengo capacidad de abrirme tanto porque toda mi energía la pongo en lo importante. Un minuto antes de la rueda de prensa, el jefe de prensa Antonio Chaves me dice qué me pueden preguntar. El tiempo y la energía no regresa, por lo que hay que saber dosificarla. Tengo mucha energía disponible, pero hay que saber administrarla. No me sé medir y me la reservo toda a que esté direccionada en la institución de turno. ¡En esta charla también lo estoy danto todo!
¿Qué opina del Valencia?
Siempre ha sido un equipo al que la gente de Valencia le exige a un nivel muy alto, a la altura de su historia, y le demanda el campeonato. Es una afición muy arraigada, con un nivel de exigencia muy elevado. Es un club al que se demanda mucho. Su historia así lo dice. Cambiar esto y pensar que ahora no estás en ese lugar de privilegio, ¿cómo lo haces? ¡No hay manera! Ahora está Baraja allí, que es un referente, y lo ha expresado abiertamente: hay que olvidarse de las emociones. Eso acomodó un poco a la gente en el espacio y tiempo. No corresponde a los pibes de la cantera que salgan campeones en una liga donde está el Real Madrid o el FC Barcelona. Están en un desarrollo para sentar las bases de pelear por esas ligas en el futuro, donde antes fueron uno de los candidatos. Si falla el Real Madrid o el Barça, aparece el Atlético. Ahora también están fuertes Girona, Real Sociedad, Athletic Club… pero Valencia aún siente que tiene ese lugar.